Bilbao/Madrid. Los efectos de la crisis también se miden en relación a aspectos relativamente intangibles como el prestigio de un país, una de las variables más difíciles de recuperar. En medio del ojo del huracán, la marca España pierde enteros a marchas forzadas y la consultora independiente Brandfinance ha tasado el impacto de esa dinámica. Según sus cálculos, el valor de la marca España se desplomó un 38% entre 2009 y 2011, pasando de valer 950.820 millones de euros a 592.000 millones de euros.
El estudio analiza la salud de cien países, cuantifica su valor en dólares y establece un ránking que es un escaparate en el que se expone la reputación y la imagen que tienen los inversores y consumidores extranjeros de un país. La trayectoria de España es pésima. Hace tres años ocupaba la octava posición y ha caído a la decimotercera con gran rapidez. En ese camino cuesta abajo se ha dejado más de 358.000 millones de euros de valor de su prestigio.
Es el resultado de una fórmula en la que entran aspectos como los problemas de financiación del conjunto del país y también del Estado, la contracción del crédito, el decrecimiento del Producto Interior Bruto, los problemas de la banca o la explosión de la burbuja inmobiliaria, por citar algunas dolencias.
Los especuladores que acosan a España y a la periferia del euro en general se alimentan de todos esos elementos de incertidumbre para proseguir empujando a los países más débiles hacia el abismo del rescate. Se complican también las emisiones de deuda de las comunidades al margen de su situación real. Y cobran fuerza los mensajes que reclaman que el Gobierno Vasco impulse la marca Euskadi.
Brandfinance destaca que en 2011 solo perdieron más valor que España (-15,8%) los rescatados y en quiebra Grecia (-41%) e Irlanda (-40%), así como Japón (-26%), en pleno estancamiento de la economía. Todos ellos forman parte de top 20 de perdedores. La consultora subraya asimismo el incesante incremento del paro en España y el alto porcentaje de desempleo entre los jóvenes.
Materia volátil También menciona que el movimiento de los indignados ha dado una respuesta social a los recortes promovidos desde el Gobierno de Mariano Rajoy.
La imagen de un país es una materia muy volátil y esta semana incluso la prensa alemana ha puesto como ejemplo de los efectos de la crisis "el saqueo de supermercados por sindicalistas", en referencia al robo simbólico en dos supermercados andaluces para repartir comida entre los más necesitados.
Hasta CC.OO. y UGT dedicaron ayer parte de su jornada de protesta por los recortes a explicar a los turistas que llegaban al aeropuerto de Barcelona que España es un país de trabajadores y que no se ha producido ningún "despilfarro" en la contratación de funcionarios.
Perder crédito es sencillo, recuperarlo no tanto, más si los indicativos puramente económicos no proporcionan el más mínimo destello para dar lustre."España no evoluciona ni hacia abajo ni hacia fuera y es sorprendente que ante una recesión tan prolongada no se haya dañado de forma permanente su capital humano", resalta el consejero delegado de Brand Finance, David Haigh, en el informe. De hecho, incluso pone el acento en que España haya sido capaz de mantener la posición 13 en el ránking tras haber logrado "detener la caída de su valor", debido a que en 2010 el retroceso fue más pronunciado, un 22,6% frente al 15% del año pasado. Y lo logró a pesar de que "los titulares de los principales medios económicos en los últimos meses hayan sido nefastos".
Se mantiene en cualquier caso el Estado español entre los 20 países más valorados. A la cabeza continúa Estados Unidos, con un valor superior a los 9 billones de euros, más del triple que el segundo, Alemania, y que el tercero, China.
Lo peor para España es que avanza hacia un nuevo ciclo de recesión. La atonía del consumo y la pertinaz caída de actividad en el sector de la construcción son las causantes de que la recesión económica se prolongara durante el segundo trimestre de 2012, en un contexto de aumento de la incertidumbre y de crecientes tensiones en los mercados de deuda soberana. Así lo explica el Ministerio de Economía en su último boletín mensual sobre la evolución de la economía española para justificar que el PIB haya caído un 0,4% en el segundo trimestre, según el indicador adelantado.