MADRID. Según el INE, esta contracción es consecuencia de una aportación más negativa de la demanda estatal (consumo e inversión), que fue compensada parcialmente por la contribución positiva de la demanda exterior (exportaciones e importaciones).
En términos interanuales, el PIB descendió en el segundo trimestre el 1 %, frente al 0,4 % registrado en el primer trimestre del año.
Tanto la variación trimestral como la anual coinciden con las avanzadas la semana pasada por el Banco de España.
El INE dará a conocer el próximo 28 de agosto los datos detallados de la contabilidad esatatal, que explicarán el comportamiento de la economía en el segundo trimestre del año.
Las estimaciones del Banco de España apuntan a que el deterioro del consumo de las familias se agudizó al caer un 0,5 %, frente al 0,1 % del trimestre anterior.
Asimismo, prosiguió el recorte de gasto en las administraciones públicas, el otro factor que contribuye a la debilidad de la demanda nacional.
Según la entidad, la desconfianza de las empresas fue aún mayor que la de las familias, ya que la compra de bienes y servicios cayó el 2,2 % entre abril y mayo.
La inversión en construcción, uno de los principales componentes del PIB, se mantuvo también en contracción como consecuencia del proceso de ajuste del sector residencial y la falta de presupuesto en el ámbito de la obra pública.
El empleo siguió cayendo, a un ritmo del 4,6 % interanual, si bien el Banco de España señala que el proceso de pérdida de puestos de trabajo podría haberse detenido en junio, aunque cree que aún es pronto para hablar de un cambio de tendencia.