Bruselas. España está abierta a cualquiera de las cuatro opciones que están sobre la mesa para rebajar la presión sobre su deuda soberana y no da prioridad a ninguna de ellas, según aseguraban ayer fuentes de La Moncloa. Este argumento explica la llamada desesperada de socorro lanzada ayer por Rajoy en la cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la UE argumentando que Europa tiene que tomas "alguna decisión" porque "muchas instituciones ya no pueden financiarse".
Sobre la mesa figura, en primer lugar, la posibilidad de que los fondos europeos de rescate compren deuda soberana en el mercado primario de aquellos países en problemas que estén cumpliendo con sus compromisos de reforma. También se debate la posibilidad de recapitalizar de forma directa los bancos españoles, es decir, sin pasar por el Estado. El tercer gran asunto que la eurozona discute es la posibilidad de modificar las normas del fondo de rescate permanente (conocido como MEDE) para que no tenga categoría de acreedor preferente, como ocurre con el fondo temporal (FEEF). Finalmente, al debate también se ha sumado la propuesta de Finlandia para que los países bajo presión emitan bonos de deuda garantizada, respaldados por bienes del Gobierno o por determinados ingresos fiscales.
Ayer las discusiones se desarrollaron en varios encuentros técnicos paralelos a la cumbre de jefes de Estado y con la vista puesta en llevar una propuesta conjunta a crucial reunión que hoy deben celebrar los líderes europeos. En esos encuentros participaron, entre otros, el director general del Tesoro español, Íñigo Fernández de Mesa, con el mandato de incidir en el rescate directo de la banca.
postura España, por el momento, defiende "un compromiso para garantizar la sostenibilidad de la deuda, por la vía que sea". El presidente, Mariano Rajoy, se mostró confiado en que la cumbre de dos días en Bruselas tome decisiones. "En estos momentos el precio del crédito a España es evidentemente muy caro y yo creo que la Unión Europea y la Unión Económica y Monetaria tienen que ser conscientes de que esto es así, y de que alguna decisión habrá que adoptar", dijo Rajoy a su llegada a un encuentro previo del Partido Popular Europeo. "Cualquier otra medida no sirve para nada si no nos podemos financiar", advirtió.
Rajoy alertó de que España está pagando "unos precios demasiado elevados" y reiteró: "Hay muchas instituciones públicas españolas que ni siquiera pueden financiarse".