vitoria. En el actual contexto de grave crisis económica, la administración pública "debe ser un ejemplo" y las medidas propuestas por el Gobierno Vasco -"sujetas a negociación"- no suponen "recortes salariales, escenario que el Gobierno no contempla", sino "restar expectativas de derecho, solamente para 2012". Con estas palabras rebatía ayer la portavoz del Ejecutivo vasco, Idoia Mendia, el frente sindical que se está conformando en contra del plan de recortes anunciado el miércoles por el Gabinete de Patxi López en la mesa de Función Pública.
Margen de negociación en el que insiste el Ejecutivo, aun cuando el viceconsejero de la materia, Juan Carlos Ramos, advirtió en Radio Euskadi el mismo miércoles por la noche de que si no se logra un acuerdo con los sindicatos las medidas tendrán que implementarse de igual modo y de que las centrales recibieran la propuesta del Ejecutivo con llamamientos a la movilización. De este modo, Mendia recalcó ayer, a preguntas de los periodistas durante una rueda de prensa sobre la Declaración Universal de Derechos Humanos, que las propuestas "están sometidas a negociación" y se mostró convencida de que "es posible llegar a un acuerdo con los sindicatos, que en el pasado han demostrado una "gran responsabilidad".
La consejera de Justicia y Administración Pública intentó tranquilizar los ánimos insistiendo en que la iniciativa tiene un periodo de vigencia restringido, 2012, un año "que va ser muy difícil" con unas previsiones de ingresos de las diputaciones inferiores a las de otros ejercicios y con Europa en recesión de forma oficial; asimismo, defendió que las medidas planteadas -fin del contrato relevo y revisión a la baja de complementos, entre otras- no suponen "recortes salariales", sino "restar expectativas de derecho" y que afectan "a muy pocos funcionarios".