vitoria. El secretario general de ELA, Adolfo Txiki Muñoz, inició ayer en Vitoria su particular road show por Euskadi donde tratará de vender a los tres diputados generales la necesidad de abrir "en profundidad" el debate sobre política fiscal que debe regir a partir de ahora el funcionamiento diario de esta comunidad y sus ciudadanos. En este empeño le acompañaron ayer Idoia Intxaurbe y Mikel Noval, a quienes recibió a primera hora de la mañana el diputado general, Javier de Andrés, y el diputado de Promoción Económica, Luis Viana. El encuentro, a pesar de resultar cordial, no pudo ir peor. La posición de ambas partes no se movió un ápice y Txiki Muñoz lamentó a la salida del encuentro las "inmensas" diferencias que en estos momentos existen entre ambos postulados.

Para el responsable de ELA el argumento para cambiar la actual fiscalidad es simple: en Euskadi hay en estos momentos diez puntos de presión fiscal inferiores a la media europea, lo que suponen "muchos milones de euros que se podrían destinar a la solidaridad y el empleo". De lo contrario, continuó, el escenario que le espera a la ciudadanía es igualmente simple: habrá más paro y se producirá un colapso financiero. Muñoz lamentó también el funcionamiento del Órgano de Coordinación Tributaria (OCT) -ejecutor de las decisiones fiscales en Euskadi y que está compuesto por las tres diputaciones y el Gobierno Vasco- al considerarlo una suerte de "organización secreta" que contribuye de primera mano a promover la política fiscal más "insolidaria del Estado".

impuesto de patrimonio En este escenario, preguntó Muñoz al máximo responsable de la Diputación alavesa por qué las rentas de capital pagan menos tipo que la renta mínima del trabajo o por qué las rentas que no son del trabajo tributan de media por 13.000 euros y las de trabajo, por 21.000 euros. Sin apenas concesiones, De Andrés despachó el asunto de ayer con el mismo discurso que viene repitiendo desde el comienzo del curso político. Ni habrá subida de impuestos para las rentas más altas ni, de momento, se reinstaurará el Impuesto de Patrimonio, una medida que según Bildu ha supuesto para las arcas forales un agujero de 80 millones desde que se eliminó en 2007.

La politica fiscal de Álava, insistió ayer De Andrés, estará encaminada a favorecer las acciones que generen empleo y potencien las inversiones en la provincia "desde la prioridad de gestionar con rigor y austeridad". Asimismo, recordó el popular que su empeño va a ir dirigido a mejorar la fiscalidad de las familias y establecer todos los mecanismos necesarios para reducir el fraude fiscal, una de las pocas medidas en las que ayer coincidió con Muñoz.

Por su parte, el grupo juntero de Bildu en Álava lamentó a través de un comunicado que se esté abordando el debate de la fiscalidad "con poca seriedad" y "cierta frivolidad", al tiempo que reclamó a la Diputación que recupere el Impuesto de Patrimonio.