atenas. El primer ministro griego, Yorgos Papandréu, afirmó ayer en Atenas que su Gobierno desmentirá a los que "especulan a favor de la quiebra de Grecia" y pidió el completo apoyo de su grupo parlamentario para implementar reformas y recortes. "Hemos recorrido mucho camino y no es posible que en el sprint final no aseguremos que se cumplirá con el acuerdo para obtener un nuevo rescate a Grecia", dijo Papandréu ante sus correligionarios. "Hemos asumido decisiones que defenderemos a cualquier precio, fuera y dentro de Grecia", insistió.
Recordó que el nuevo rescate aún "debe de ser aprobado por todos los parlamentos de la zona del euro, en un momento en el que Europa está azotada por una crisis del sistema. No hay margen para compromisos y les llamo a asumir el deber nacional para cumplir con los objetivos, que son muy ambiciosos", subrayó el primer ministro en su alocución, destinada a mantener la cohesión de los diputados socialistas y con ello la mayoría ajustada que poseen.
Por su parte el secretario de Estado de Finanzas, Filipos Sajinidis, ha revelado que Grecia tiene dinero para pagar los sueldos públicos y las pensiones sólo hasta octubre, lo que hace esencial que se entreguen los 8.000 millones del sexto tramo del primer rescate (110.000 millones), aprobado en mayo de 2010.
Por su parte la Comisión Europea pronosticó ayer que Grecia cerrará 2011 con una recesión del 9,5% del PIB (muy superior a la del 7,6% vaticinada) y con una deuda pública del 157,7% del PIB.