BILBAO. La marcha ha sido secundada por cerca de 500 personas, entre trabajadores, familiares y ex trabajadores de la factoría privatizada, y ha llegado hasta la localidad vecina de Barakaldo.
En la movilización, el presidente del comité de empresa de Babcock, Enrique Izquierdo, ha denunciado que "se pierden 400 puestos de trabajo, 200 puede ser que marchen prejubilados, pero otros 200 van al paro, más los empleos que tenemos inducidos. Van a ser cerca de mil trabajadores los que se pueden ver abocados al desastre del paro".
Los trabajadores culpan al Estado de una privatización fracasada y entienden que la administración debiera seguir haciéndose cargo de los empleados, una vez acaben las garantías de la SEPI. Además, apelan al Gobierno vasco.
"Vemos inminente el cierre de Babcock, y a los culpables, como son el Gobierno vasco, el PSOE y el Gobierno central, que nos han dejado irnos poco a poco a esta muerte que nos viene encima, les pedimos y exigimos que los trabajadores de Babcock sigan manteniendo en empleo en estas instalaciones", ha señalado.
Si después del cierre, son unas instalaciones industriales "lo suficientemente competentes como para que sigan habiendo empleo, pedimos que sean trabajadores de Babcock los que se les recoloque en esos empleos", ha añadido.