Madrid. El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, aseguró ayer que las "contundentes" medidas que ha tomado el Gobierno en los últimos meses son "magníficas" y celebró que la situación de España ahora es "mucho mejor". Lo que, a su juicio, han empezado a percibir los inversores. "Hemos notado que hay un cambio de percepción sobre España en el último mes y medio clarísimo", añadió sobre la percepción que tiene España en los mercados extranjeros.

Según Botín, la situación de la economía española "está cambiando claramente" porque se están tomando las medidas necesarias para salir de la "mala" situación que tenía, aunque matizó que las dudas que se han suscitado sobre la economía española "son absolutamente exageradas". Ahora, lo que hace falta, ha destacado, es que "lo antes posible" vuelvan la confianza a los empresarios, la inversión y la creación de puestos de trabajo para reducir el paro, un objetivo que hay que cumplir "cuanto antes", subrayó.

Además, afirmó que es urgente que las cajas de ahorros se recapitalicen y, a ser posible, con capital privado, en línea con la opinión de su homólogo al frente del BBVA, Francisco González. Según añadió, el plan anunciado por el Gobierno para fortalecer la solvencia de las entidades "es un paso muy positivo" para la economía española. Mirando hacia dentro de su grupo, aseguró que Banesto "no está en venta".

Botín hizo estas declaraciones tras la presentación de resultados de 2010. El primer banco de España ha cerrado el pasado ejercicio con un descenso de beneficios del 8,5% hasta los 8.181 millones lastrado por el aumento de las provisiones y la mala evolución de su negocio en España, donde sus ganancias han caído un 38%. Además, la entidad, siguiendo la nueva política del Banco de España sobre transparencia, ha informado de que acumula 17.000 millones en activos que el supervisor considera potencialmente problemáticos. Estos créditos, que suponen el 7% de la cartera crediticia del Santander en España, cuentan con una cobertura del 30%. Dentro de este apartado están incluidos los créditos morosos -aquellos con tres o más meses impagados-, los subestándar -aquellos que aún estando al corriente de pago han sido considerados de riesgo- o los inmuebles incorporados a la cartera del banco en canje por la deuda de las promotoras o inmobiliarias. Para hacer frente al deterioro de activos, el banco presidido por Emilio Botín ha destinado 10.258 millones de euros a dotaciones por insolvencias.