Los famosos "brotes verdes" anunciados a primeros de año finalmente no lo fueron tanto. Que se lo pregunten sino a los empresarios que cerraron sus empresas o a los trabajadores que fueron a la calle. Amén de los que vieron recortados sus salarios y derechos como peaje imprescindible para salvar sus puestos de trabajo. Entre ese rosario de compañías que echaron la persiana destacaron casos históricos en la provincia como los de ´Kemen y Saunier Duval, ambos en el sector del mueble; Bialsa -antigua BH-, en el de las bicletas; Ceplastik, Thayser, Yosu Thermik... Todos ellos, por uno u otro motivo pasaron a la historia. Mucho peor todavía resultó el bagaje alavés de trabajadores que fallecieron en sus puestos de trabajo. Con la muerte el pasado 30 de noviembre del operario que cayó desde una altura de 14 metros en el barrio de Borinbizkarra, colindante al de Zabalgana, 12 fueron las víctimas mortales que sufrió Álava en 2010. De todas ellas, dos tuvieron lugar en el sector de la construcción, según denunció el sindicato CCOO. En el cómputo global vasco, la cifra de muertes ascendió a 65.
