madrid. El Tesoro Público logró colocar más de 2.400 millones de deuda a diez y quince años, aunque para conseguirlo tuvo que elevar el interés de ambas emisiones hasta niveles de 2000, en la primera subasta tras la amenaza de la agencia Moody"s de recortar nuevamente la calificación de España.
Es más, si se miran los datos históricos de las últimas subastas de cada año de este tipo de deuda, hay que retroceder hasta 1997 para encontrar intereses por encima del 5,485% y el 5,986% ofrecidos ayer para las obligaciones a diez y quince años.
En el caso de que se comparen con las anteriores subastas de obligaciones a estos mismos plazos, celebradas en octubre y noviembre, el interés aumentó el 18,4% para la deuda a diez años, y el 31,5%, para la deuda a quince años.
No obstante, a pesar de estos aumentos, los analistas consultados indicaron que el rendimiento está a niveles de mercado y recalcaron que el resultado de la puja ha sido bueno, aunque refleja una situación "muy complicada". José Luis Martínez, analista de Citi, explicó que la subida de los intereses marginales "no es una sorpresa para nadie" y destacó que la demanda ha sido de nuevo muy superior a la oferta.
reformas efectivas El analista reconoció que las medidas para reducir el déficit público aprobadas por el Gobierno en mayo han tenido el efecto de tranquilizar en parte a los mercados, y prueba de ello es que la prima de riesgo de España se encuentra ahora más o menos estabilizada en 250 puntos básicos, después de haber rozado los 300.
El diferencial entre el bono español a diez años y el alemán del mismo plazo, que es lo que mide la prima de riesgo, comenzaba la sesión en 246 puntos y se elevaba, menos de dos horas después de la puja, hasta 255 puntos básicos.
Martínez señaló también que las últimas medidas anticrisis anunciadas por el Gobierno, como la reforma de las pensiones o las privatizaciones de empresas públicas, devolverán paulatinamente la confianza a los mercados, aunque hay que "darles tiempo". Se mostró partidario también de que tanto el Banco Central Europeo (BCE) como el conjunto de la Unión apoyen con firmeza la estabilidad del euro.
Según los datos del mercado, el Tesoro colocó 1.782,47 millones de euros en obligaciones a diez años al 5,485% y 618,67 millones a quince años, con una rentabilidad del 5,986%. Al igual que ha ocurrido en las últimas subastas celebradas por el Tesoro, la demanda fue muy superior al nominal adjudicado, ya que las entidades solicitaron ayer 4.543,55 millones.
La anterior subasta de obligaciones a diez años, celebrada en noviembre, se saldó con una subida de cinco décimas en su interés marginal, en tanto que en la de obligaciones a quince años de octubre el Tesoro tuvo que elevar su rendimiento seis décimas. Pese a que el informe publicado el martes por Moody"s matizaba la amenaza sobre una posible rebaja aduciendo que la calidad crediticia de España es mucho más fuerte que la de otros países periféricos de la zona del euro, la desconfianza ha cundido entre los inversores.
Los expertos consultados indicaron que la fuerte demanda es un indicador del interés de los inversores por la deuda española y recordaron el escaso interés que despiertan las emisiones de otros países periféricos, como Portugal o Grecia. Como recuerda el departamento de análisis de Bankinter, un 66% de la demanda de la subasta estaba asegurada por los intermediarios financieros denominados "Creadores de Mercado". El parqué cerró en plano la sesión, lo que permitió al Ibex salvar por sexta sesión consecutiva la cota de los 10.000 puntos, en una jornada muy volátil, marcada de nuevo por la caída de los bancos.