vitoria. La evolución en marzo del IPC parece confirmar que el riesgo de deflación que amenazó seriamente la economía española a mediados del año pasado se aleja. Los precios mantuvieron su senda alcista el mes pasado, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), con un alza global de siete décimas respecto a febrero básicamente sostenida sobre la escalada constante del barril de petróleo y el fin de las rebajas de invierno en el vestido y calzado. Estos datos, especialmente la progresión del crudo, hacen que el incremento del IPC interanual, del 1,4%, sea el más alto desde diciembre de 2008; una referencia que sirve también para Euskadi, donde el índice interanual se elevó en marzo un 1,3%, cota que alcanzaba desde enero de 2009.

Sin embargo, si se dejan fuera de la ecuación los alimentos no elaborados y los productos energéticos, la variación interanual de lo que se denomina la inflación subyacente apenas crece un 0,2%, un dato especialmente modesto por cuanto supone de indicador de la demanda que el Gobierno, no obstante, prefiere leer en términos optimistas aferrándose a la mejora en la evolución de los servicios. En esta versión más positiva, Funcas (Fundación de Cajas de Ahorro), señalaba ayer que entre las 126 subclases que componen el índice general, han sido más las que han movido sus precios al alza que las que los han recortado, situación que desde septiembre de 2008 sólo había sucedido una vez.

En cualquier caso, el coordinador en materia económica del PP, Cristóbal Montoro, consideró "inquietante" la subida de siete décimas en marzo, lo que, a su juicio, debería llevar al Gobierno a renunciar al incremento del IVA previsto para mediados de año.

Esa brecha entre IPC general y subyacente se debe al bajón que vivió el precio del barril de crudo hace ahora un año, cuando se cotizaba a 50 dólares frente a los 80 que cuesta hoy. Carburantes y combustibles se han encarecido un 6,7% respecto a hace un año, mientras que otros productos energéticos lo han hecho en un 5,3%.

En este escenario, los datos en Euskadi siguen la tónica general. La subida en marzo de los precios fue una décima superior a la del resto del Estado, y eso que Álava lastró la media con un incremento de cinco décimas frente al 0,9% que subió la inflación en Bizkaia y Gipuzkoa.

De esta manera, el territorio alavés confirma su liderazgo frente a los otros dos territorios en la evolución en negativo de los precios a lo largo del primer trimestre del año (-1%), si bien en tasa interanual se sitúa en un 1,2%, prácticamente en la media y ligeramente por delante de Gipuzkoa (1,1%).

Buena parte de la culpa de ese pequeño desmarque de Álava la tienen los precios de vestido y calzado: si la media vasca sitúa el incremento de precios en marzo tras las rebajas en el 4,6%, en el caso alavés apenas llega al 1,7%.

alimentación y ocio Según el INE, al margen del petróleo y del fin de la campaña de rebajas, hay que tener en cuenta otros datos que explican la recuperación de la tasa del IPC. También repercutió el precio de la alimentación y bebidas no alcohólicas (-2,1%), que aunque registrara una evolución negativa fue superior en décimas a la de febrero; y del ocio y la cultura, con una tasa anual de -1%, superior en más de un punto a la registrada el mes pasado, especialmente por el aumento de los viajes organizados.

En el caso vasco, alimentación y bebidas no alcohólicas registra un índice interanual ligeramente mejor (-1,7%), tras subir dos décimas en marzo, un escenario bastante distinto al alavés, donde los precios de este apartado han caído prácticamente la mitad que en el resto de la CAV (-0,8%). Respecto a ocio y cultura, Euskadi se mueve en términos paralelos a la media del Estado, más o menos igual que Álava.