VITORIA. Cuando los parados guardan cola ante las oficinas del SPEE (el Servicio Público de Empleo Estatal, el antiguo Inem) lo hacen para tramitar prestaciones, altas en los servicios de empleo y para optar a cursillos, entre otras cosas, pero excepcionalmente acuden a este servicio con la esperanza de encontrar un puesto de trabajo. Los servicios públicos de empleo, pese a los recursos humanos y materiales que manejan y a que en un pasado no muy lejano tuvieron el monopolio de la mediación laboral, sólo tramitan una mínima parte de las ofertas de trabajo que se gestionan en el Estado español. Se calcula que el mercado oculto, el que funciona al margen del sector de gestión del empleo, supone más del 75% de las ofertas de trabajo.

Actualmente, tanto en el Estado español como en la Comunidad Autónoma Vasca, funcionan diversas entidades y empresas -públicas y privadas, legales y alegales, con y sin ánimo de lucro- dedicadas a la gestión del empleo, sin embargo, según reconocen los expertos, "la gran mayoría de las ofertas de trabajo no pasa por los servicios públicos", que -dicen- requieren una reorientación. Ahora mismo, los contactos personales y familiares, el boca oreja y el entorno social son mucho más efectivos para encontrar trabajo que las oficinas del SPEE u otras agencias. De hecho, entre un 50 y un 75% de las personas que están ocupadas actualmente encontraron su último trabajo a través de contactos.

Alberto Pérez, director general de la Fundación Altedia, señaló en unas jornadas sobre el papel del empleo en el desarrollo sostenible, que "es imprescindible reforzar los servicios públicos de empleo y orientarlos al desarrollo de las políticas activas de empleo y las acciones propias de la intermediación laboral". Puntualizó que sólo el 6% del presupuesto del Servicio Público de Empleo Estatal orientado a políticas pasivas se destina a la gestión de los servicios públicos de empleo", mientras que el 77% es para el pago de prestaciones por desempleo y subvenciones a la contratación. Otro aspecto importante en el actual escenario de incremento del paro, aplicación de ERE y reducción significativa de las ofertas de empleo es el papel de las empresas de recolocación. Dentro de unos meses, y dentro del marco del diálogo social, el Gobierno español hará una nueva regulación de estas empresas. En este sentido, el director territorial de Creade Lee Hecht Harrison, Orestes Wensell, reconoció que el cambio de ciclo económico ha afectado radicalmente a la gestión del empleo y ha modificado las carreras profesionales. Este experto apuntó que en el Estado español todavía es escasa la cultura de recolocación o outplacement, cuya misión es "acompañar a las organizaciones y a las personas que se enfrentan a procesos de cambio". "Su objetivo -dijo- es encontrar una solución profesional para todos los afectados por ERE, despidos y cierres de empresas, y que se reduzca el tiempo de búsqueda de una nueva alternativa profesional". Apuntó que en la actualidad "ni un 5% de los ERE por extinción han sido atendidos por estos programas" de recolocación profesional.