Vitoria - Eneko Llanos, vencedor del Ironman Vitoria-Gasteiz, y Eduardo Martínez, director de la prueba, se conocieron a raíz de la pasión de ambos por la montaña y los ratos compartidos en el gimnasio del Estadio. Hace catorce años soñaron con poder tener una gran prueba de triatlón en su ciudad y en 2006 se celebró la primera edición de la carrera en Vitoria-Gasteiz, dirigida por Martínez y en la que estuvo presente Llanos. Trece temporadas de duro trabajo y perfeccionamiento después, la capital alavesa acogió el pasado 14 de julio su primer Ironman, la marca más prestigiosa del mundo del triatlón, con el mismo director y con Eneko Llanos alzándose con la victoria ante un público entregado.

“En 2008 acompañé a la familia de Eneko al Campeonato de Europa de Ironman en Frankfurt y quedé fascinado por todo lo que movía. Desde ese momento tuve claro que quería eso para Vitoria”, recuerda Eduardo Martínez. Ni en la mejor de sus previsiones se pudo imaginar que la primera edición del Ironman Vitoria-Gasteiz fuera a ser tan exitosa. “El clima fue el ideal, tanto para los triatletas como para los voluntarios que pasaron gran parte de la jornada al pie del cañón. Toda la organización funcionó a la perfección. Siempre hay cosas que se pueden mejorar, pero estoy muy contento de cómo han ido las cosas”, asegura el director de carrera, ya centrado en la edición del año que viene, cuyas inscripciones están ya abiertas y cuya fecha se anunció a principios de esta semana: El 12 de julio.

La de 2019 pasará a la historia por la victoria del referente local, Eneko Llanos, en la carrera masculina. El gasteiztarra pulverizó el cronómetro y registró la mejor marca de su carrera deportiva, con un tiempo de 7 horas, 55 minutos y 16 segundos. “Fue uno de mis días más felices como deportistas”, afirma Llanos. Si la prueba superó las expectativas de Martínez, para el ganador el día fue redondo. “Hice una muy buena natación comparada con las que he realizado últimamente y llegué con menos desventaja de la esperada respecto a Josh Amberger y Antony Costes. Les recorté la distancia en la primera vuelta de bicicleta y llegué líder a Vitoria. A partir de ahí me encontré muy bien y en la parte final ya solo pensaba en marcar el mejor tiempo posible”, asegura. El empuje de los incondicionales gasteiztarras colaboró sin duda a que Llanos registrara su mejor marca a los 42 años: “Hacen la carrera más llevadera, el apoyo fue increíble”.

Sin tiempo para descansar La primera edición del Ironman Vitoria-Gasteiz ya ha terminado pero el trabajo continúa para ambos. “Es cierto que ya no tenemos los nervios y la misma presión que antes de la prueba, pero esto no para. Durante los días posteriores nos ha tocado desmantelar todas las infraestructuras, clasificar el material y enviarlo de vuelta, asuntos con el almacén, atención a los medios de comunicación... También he recibido muchos mensajes de felicitación y valoraciones del evento, a lo que hay que sumarle que mi cumpleaños ha sido hace nada”, comenta Martínez, que al menos afronta estas jornadas con la satisfacción del trabajo bien hecho.

Eneko Llanos, por su parte, sí ha tenido tiempo para desconectar. “Tras la carrera hemos estado fuera unos días tomando un descanso y recuperando fuerzas. De todas formas, terminé la prueba bastante más entero que en otras ocasiones, no he necesitado mucho tiempo de recuperación”, asegura el triatleta profesional. Sin embargo, sus vacaciones no llegarán hasta después del Campeonato del Mundo de Ironman, que se celebrará el próximo 12 de octubre en Hawaii y para el que ya se prepara a conciencia.

La de este año será su decimotercera participación en la carrera de triatlón más importante del mundo, después de no haberse clasificado el curso anterior tras doce ediciones consecutivas presente en Kona. Los problemas intestinales que ha arrastrado durante las tres últimas temporadas le han impedido rendir al máximo de sus posibilidades , algo que ya ha parece cosa del pasado. “Se me hinchaba la tripa durante la parte final de las carreras, era un dolor muy intenso que me impedía sacar partido a mi capacidad física y por el que he pasado malos momentos. Me he sometido a pruebas en el laboratorio, hemos hecho cambios en la preparación hasta dar con la solución. Esta temporada no he vuelto a tener problemas y se ha notado en los resultados”, afirma.

Si consigue mantener este nivel hasta Hawaii estará sin duda entre los mejores. Sería el broche de oro a una temporada casi perfecta, en la que también ha ganado el Ironman de Arizona, aunque no hay que olvidar que lleva más carga de trabajo que muchos de sus rivales. “Este año he participado en tres Ironman, el de Kona será el cuarto. El objetivo es poder volver a disfrutar de la carrera, sin percances”, reza el alavés. Si iguala el tiempo logrado en Vitoria se convertiría en claro candidato a la victoria (el año pasado fue la primera vez que se bajó de las ocho horas en Hawaii), aunque se antoja muy difícil. “Las condiciones de Kona son totalmente diferentes, el circuito es más lento, el clima cambia, se nada en la playa y no en un pantano...”. En cualquier caso, Llanos se esforzará para alargar su gran momento de forma durante los dos meses y medio que quedan para Hawaii.

El 2020, ya en marcha Aún no han terminado las tareas de desmantelamiento y clasificación de material, pero Eduardo Martínez ya se ha puesto manos a la obra para preparar el próximo Ironman Vitoria-Gasteiz. De hecho, las inscripciones se abrieron el pasado lunes y solo el primer día se apuntaron 750 triatletas. “Entre los inscritos destaca la presencia de 84 israelitas. Puede que algunos se desapunten de aquí al día de la carrera, pero es una muy buena cifra para empezar. El objetivo será atraer a 2.500 participantes”, comenta el director de la carrera.

El hecho de haber retransmitido la primera edición en directo a través de Facebook Watch ayudará a lograr esa meta. “Calculábamos que la prueba tendría dos millones de espectadores, pero superó todas nuestras expectativas con más de tres millones. Esto va a tener un efecto multiplicador en el número de participantes, ya que se ha dado a conocer una prueba que tenía prestigio pero que era una novedad en el mundo Ironman”, explica Martínez. La cifra de 2.500 participantes sería un auténtico logro para la carrera, ya que las pruebas con mayor acogida rondan los 3.000, pero suelen tratarse de ciudades mucho más pobladas que Vitoria.

También se está trabajando en el plan de mejora para el año que viene. “Queremos implantar modificaciones en el circuito de ciclismo, vamos a cambiar de sitio la exposición, que este año estaba en la Plaza del Machete, y la línea de meta va a ser tan espectacular o más que la de esta edición”, asegura Martínez. Será difícil superar el éxito de este año, pero la organización, asesorada por el gran referente del triatlón alavés, Eneko Llanos, no tiene intención de cesar en su empeño de conseguir una de las mejores pruebas de Ironman del mundo.