Exactamente un cuarto de siglo es el tiempo que ha pasado desde que el pequeño de los Pou hiciese historia escalando allá por el año 2000 la vía más difícil y famosa del mundo: “Action Direct”, que además era la primera ruta en traspasar el noveno grado a nivel mundial.
Para celebrar una fecha tan señalada, Iker vuelve a conseguir números de leyenda y se ha regalado el ascenso de “Witch Hunter” 9a en la escuela tarraconense de Margalef –ruta abierta por Tom Bolger–, donde además suma en este 2025 rutas tan difíciles como “La Vida en HD” 8c+/9 a y “Filling The Flow” 8c+.
Un lugar en el que consiguió su primer y segundo 9a+ (“Demencia Senil” en el 2.010 y “Nit de Bruixes” en el 2012; esta última con una sola repetición y que voces contrastadas de algunos de los mejores escaladores del mundo apuntan a una dificultad mucho mayor...), o vías tan importantes como “Enemigo Público N.š1” 8c+/9a en el 2012 (una ruta intentada nuevamente por muchos de los mejores, con una sola repetición, y en la que todos ellos vuelven a apuntar a una dificultad bastante superior…) y “Artaburu” en el 2018 (su obra maestra que no quiso graduar, pero de la que ya dijo que era mucho más dura que los 9a+ que había encadenado previamente, y que aún no cuenta con ninguna repetición…).
En busca de vías interesantes
Muy poca gente puede decir en el mundo que se haya mantenido escalando esta dificultad legendaria durante los últimos veinticinco años. ”Estoy muy contento, he pasado dos años muy complicados en el plano personal que no me han permitido rendir a mi máximo nivel, pero ahora puedo decir con orgullo que estoy de vuelta. Cuando eres joven es fácil centrarse al 100 x 100 en la escalada, mientras que cuando vas cumpliendo años y las obligaciones y los problemas se multiplican, es mucho más difícil mantenerse ahí arriba; pero lo he peleado y siento que vuelvo, y eso es muy importante para mí”, razona Iker.
Los hermanos Pou se esfuerzan al límite para seguir haciendo vías interesantes en una modalidad que, al ser la más segura de todas –se busca alcanzar la máxima dificultad sin que el apartado psicológico tan propio de las montañas sea determinante–, permite llevar su capacidad física hasta la máxima expresión.
Lo mismo se puede decir de Eneko, el mayor de los hermanos, que vuelve a hacer sus vías de octavo año tras año. Ya son nada más y nada menos que 27 realizando esta dificultad desde que en 1998 lograse ascender “Malestar General” 8a en la escuela vasca de Araotz.