Una batalla en el Olazar de Zaldibar. Y en el epílogo, el pelotazo 405, un gancho de Joanes Bakaikoa que rompió el 21 iguales. “No he gozado con la izquierda”, reflexionó este domingo al término de un partido terrible, tremendo, físicamente demoledor. El etxarriarra accede a los cuartos de final del Cuatro y Medio de San Fermín con una carga de 786 pelotazos en un fin de semana, tras los 381 con los que tuvo que emplearse frente a Asier Agirre el viernes en casa (20-22). Ácido láctico bullendo. Músculos funcionando como una locomotora. ¡Más madera! El sufrimiento coronó al tres veces campeón del acotado de Segunda. La zurda, con nubarrones en algunos momentos, fue el rayo de esperanza en el final, cuando se vio que su partido pasaba por proponer, arriesgar, buscar. Entero, trabajador, con más oficio que brillo, metió en problemas a Iraitz Zubizarreta con las cortadas por la pared. 

Se acordará el ataundarra de su último error, a la postre su condena. Antes había arriesgado desde el primer disparo y había cometido dos faltas de saque, mas con el 20-21, al que llegó de darle la vuelta a un 20-18, trató de abrir el pelotazo para buscar profundidad en las tablas de contracancha y se le fue fuera. Balón de oxígeno para Bakaikoa. Vida extra para el capo de la Serie B. Mal asunto para el guipuzcoano, quien, en líneas generales, fue mejor que su contrincante; sobre todo, en ataque. Demostró un buen catálogo de recursos en una distancia en la que se encuentra cómodo. 

El buen trabajo de Zubizarreta III

Zubizarreta III comenzó con un 5-0 en contra, pero supo reponerse. Restañó heridas con el dos paredes y tramitó la revuelta a través del saque-remate. Además, sólido en el peloteo, no se vino abajo cuando el encuentro se endureció. Cometió seis errores, incluido el último, pero su identidad también es la de proponer, balancearse en la cuerda del funambulista. Honesto consigo mismo, falló la apertura que supuso el 21-21.

Joanes Bakaikoa pasa de ronda en el Cuatro y Medio de San Fermín al vencer a Iraitz Zubizarreta en Zaldibar. José Mari Martínez

Fue particularmente duro el tanto que rompió el 16 iguales –séptimo abrazo de un partido que vivió diez (8-8, 9-9, 11-11, 12-12, 13-13, 14-14, 16-16, 18-18, 20-20 y 21-21)–. Se cruzaron 31 pelotazos a buena a una velocidad endiablada. Negociaron en la corta distancia los dos pelotaris, dos partisanos, corajudos e incisivos, con el corazón palpitando como una hormigonera. El primi terminó con Zubizarreta III en el suelo del txoko ejecutando una dejada larga imposible de alcanzar por su contrincante. El ataundarra agregó pimienta con un saque. 16-18 en el segundo descanso largo. 

La remontada de Bakaikoa

Bakaikoa negó con la cabeza. Jon Mariezkurrena, su botillero, le cogió por banda. Le pidió que creyera en sí mismo. Desfibrilador. Fue entonces cuando el etxarriarra se sacó la espina. Fue más agresivo en el tramo final. Y la moneda salió cara. Le dio la vuelta. Tacada de cuatro tantos, todos elaborados por el navarro: un dos paredes, un gancho, una preciosa parada al rincón y un cortadón con la derecha.

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Zubizarreta III encontró los pies en la refriega y cambió el signo. Sumó una contradejada enorme a vuelta de un gancho de Joanes y se puso a un centímetro de la meta con una carambola al saque-remate. Y la apertura besó contracancha mientras anhelaba cerrar el partido. Y el de Etxarri-Aranatz recibió un electroshock. Y no perdonó. Gancho al tercer pelotazo. 405. Bárbaro. Iñaki Artola espera a Bakaikoa este miércoles en Hernani en la búsqueda de las semifinales del Cuatro y Medio de San Fermín.