Sinfo Lázaro es un claro ejemplo de que la edad es tan solo un número. A sus 86 años, este gasteiztarra de adopción rebosa energía. Salmantino de nacimiento (Ausejo, 8 de septiembre de 1938) y con un vigor a día de hoy inquebrantable.

Buena prueba de ello es que su ímpetu y tenacidad le han llevado a coronar la friolera de más de 6.000 cimas montañeras en los últimos 30 años. “A día de hoy he subido 6.144 montes”, relata el montañero del Club de Montaña Peña Karria.

En el momento en el que se publique este reportaje dicho número habrá crecido seguro. Lázaro no tiene fin, es eterno. La montaña es su pasión y cada semana realiza un mínimo de dos salidas montañeras, habitualmente tres pudiendo ampliar dicho número a cuatro, o incluso más, si no está muy fatigado. 

Sinfo Lázaro posa ante el cresterío del Amboto DNA

Justo un día antes de quedar para la elaboración de este reportaje se había “dado un paseo” de algo más de tres horas por tres montes míticos de la Sierra de Cantabria, la Cruz de Castillo, Larrosa y Palomares.

“Esta ruta la habré hecho unas 20 veces. Hay trepaditas y a mí es algo que me encanta”, desvela el montañero alavés. “He ido tranquilo y me habrá costado unas tres horas y media”, añade.

CONSTANCIA E ILUSIÓN

Y todo ello sin sufrir. “Voy al monte a recrearme”, justifica. Un montañero con un motor excelente, según desvelan los que le conocen y algo que el propio Lázaro confirma. “Lo mejor es la resistencia que tengo”, recala.

“Un chaval de 30 años tendría problemas para seguirle”

Un aguante fuera de lo común. “Un chaval de 30 años tendría problemas para seguirle”, revela uno de sus amigos. Y es que son pocos los que aguantan su ritmo. Sinfo Lázaro es persistente en la montaña. “Constancia e ilusión”, es su lema.

Sinfo Lázaro posa durante una de sus múltiples salidas montañeras DNA

“Con eso vas al fin del mundo”, enfatiza este incombustible montañero de espíritu y de carácter afable, al que no le gustan para nada las personas negativas. Restan, tal y como precisa Lázaro. “Yo soy muy positivo. Con mirar para atrás se adelanta poco”, explica.

Siempre con la vista al frente. Buscando cimas y nuevos horizontes y tratando de exprimir al máximo el día a día. “Si nos regalan una vida hay que aprovecharla”.

“Mi gratitud a la montaña por haber llenado a tope mi alma y mi corazón de constancia y muchísima ilusión”

Sinfo Lázaro - Montañero

Eso esta haciendo Sinfo Lázaro. Este montañero tardío no desaprovecha la más mínima ocasión para disfrutar de la naturaleza y de una pasión por la montaña que le “da vida”. 

Agradecido está por ello y así deja constancia a través de otra de sus pasiones como la escritura. “Mi gratitud a la montaña por haber llenado a tope mi alma y mi corazón de constancia y muchísima ilusión”, reza uno de los versos escritos en las carpetas donde tiene documentadas las cimas y salidas montañeras que viene realizando desde el 11 de marzo de 1995 con “56 años, seis meses y tres días”, como rememora gracias a su excelente memoria.

Sinfo Lázaro posa con las carpetas en las que ha documentado con fechas, altitudes las salidas montañeras realizadas desde marzo de 1995 Jorge Muñoz

En unas semanas se cumplirán los 30 años del inicio de su imparable y dilatada carrera montañera. Lo suyo fue empezar y no parar, algo extraño habida cuenta de que hasta entonces sus salidas al monte eran más bien escasas y se podían contar con los dedos de una mano.

“Había subido un par de veces al Gorbea, una con mi hijo pero nada más”, cuenta este extrabajador de Almacenes Eguren, que llegó con 23 años a la capital alavesa, donde echaría raíces y formaría una familia junto a su esposa Feli, una vitoriana de toda la vida fallecida hace seis años, con quien tuvo tres hijos.

Lázaro compaginó sus inicios en la montaña con su trabajo en los almacenes Eguren, donde estuvo hasta su jubilación en el año 2000

Lázaro compaginó sus inicios en la montaña con su trabajo en los almacenes de productos para droguerías, como aún recuerda. “Hasta el año 2000 no dejé de trabajar y porque quise ya que el jefe me quería tener algún año más”, rememora.

Sin embargo, el hecho de tener que repartir su tiempo entre sus quehaceres laborales y su pasión por la montaña no le impidió ir acumulando cimas de forma progresiva.

Sinfo Lázaro junto a Loli Muñoz, presidenta de Peña Karria en una de sus salidas montañeras DNA

Pleno en cuatro provincias

Los números de Sinfo Lázaro abruman en estos casi 30 años de actividad montañera.

El veterano miembro de Peña Karria acumula 6.144 cimas, de ellas 1.075 son diferentes y cuenta en su palmarés con todas las cimas de Álava conquistadas (127), las de Burgos (156), las de La Rioja (108) y las de Navarra (228).

Lendiz fue su primera cima el 11 de marzo de 1995 y 29 años después, el 11 de marzo de 2024, la modesta cumbre de los Montes de Vitoria suponía la 6.000 en su larga lista de montañas coronadas

Además está cerca del pleno en las provincias limítrofes de Bizkaia y Gipuzkoa, tras haber alcanzado la cumbre de 100 montes vizcaínos y otros 90 guipuzcoanos desde que arrancó su afición montañera allá por marzo de 1995.

Lázaro, que alaba la figura del malogrado montanero Alfonso de las Heras -amigo íntimo que le marcó mucho en su trayectoria como montañero-, aún recuerda esa primera salida como si fuera ayer. Lendiz fue el elegido, una modesta cima de 850 metros de los Montes de Vitoria, una de sus zonas habituales para disfrutar de sus salidas montañeras.

Una de las carpetas de Sinfo Lázaro con sus anotaciones

Desde entonces ha ido documentando en carpetas por años sus diferentes salidas, anotando cada cima, las cumbres diferentes, las repetidas, las altitudes y las provincias por las que ha estado y la suma total de los montes ascendidos. “¿En cuántos pueblos habré estado y habré pasado durante estos tres años?”, se pregunta.

Mulhacén, Aneto...

No tiene respuesta para eso. Al menos, sí que tiene claro que durante su trayectoria montañera ha visitado 14 comunidades autónomas del Estado y completado cimas en 29 provincias, habiendo llegado al techo en 27 de ellas.

Entre su palmarés destacan los 3.488 metros del Mulhacen o los 3.404 del Aneto, junto a otras cumbres emblemáticas como el Monte Pérdido, el Balaitus, el Veleta, el Bisaurín, el Gran Vignemale o el francés Midi d’Ossau.

Sinfo Lázaro posa el año pasado en la cima del Anie a 2.507 metros junto a sus compañeros de Peña Karria DNA

Grandes cimas y grandes retos para un entrañable hombre que poco antes de iniciar su idilio con la montaña tampoco es que hubiera practicado mucho deporte. De hecho, en ese año 1995 tomó parte en su primera Media Maratón en Vitoria, prueba que completó en 1h y 56 minutos.

En el año 1995, Sinfo Lázaro tomó parte en su primera Media Maratón en Vitoria, prueba que completó en 1h y 56 minutos.

Lázaro repetiría dos años más en la popular Media gasteiztarra llegando a realizar un mejor registro de 1h 43m y en 1998, a punto de cumplir 60 años, se embarcó en lo que a su juicio fue su gran reto, la mítica Hiru Haundiak, prueba que ha calificado como “la experiencia deportiva más dura”.

Con 60 años se animó para participar en la mítica ‘Hiru Haundiak’ y completó los 100 kilómetros de la prueba en 19 horas y 25 minutos

Lázaro fue uno de los 463 valientes que participaron en aquella edición y consiguió terminarla en un excelente tiempo de 19 horas y 25 minutos.

Sinfo Lázaro posa en la escarpada Sierra de Cantabria, una de sus salidas favoritas DNA

Todo un logro. Uno más dentro de las mil y una aventuras completadas por este montañero gasteiztarra. Entre sus espectaculares registros destaca el haber sido capaz ya con 81 años de no fallar ni una semana y completar salidas montañeras entre el 2 de septiembre de 2019 hasta mediados de marzo de 2020, cuando la pandemia le paró en seco.

De las pocas semanas que Lázaro ha estado en el dique seco. Siempre al pie del cañón. Y es que hasta ahora las lesiones le han respetado. El año pasado, una inoportuna ciática le mantuvo parado los meses de julio y agosto. “Me dijeron que me costaría unos cuatro meses, pero en dos ya estaba listo y de nuevo en el monte”, comenta. Lo dicho, desborda energía.

10 cimas de 2.000 m. en Alto Campo

Una pila inagotable y que le llevó a encadenar hace unos años las diez cimas de más de 2.000 metros de Alto Campo. “Salí de madrugada, empecé a subir de noche, conseguí hacerlas todas en un día y llegué para dormir a Vitoria”, rememora orgulloso este montañero, que habitualmente realiza en solitario sus salidas.

Sinfo Lázaro posa en una de las trepadas que tanto le gustan DNA

Sus coetáneos son incapaces de seguir su ritmo y por eso, cuando ha compartido marcha, suele hacerlo con montañeros mucho más jóvenes que él. Así ocurrió en su ascensión al Bayssellance en el Pirineo francés.

“Aquí fue la zona más alta en la que he acampado y he dormido a 2.651 metros. Yo tenía 63 años y conmigo iba David Muñoz, un chaval 40 años más joven que yo”, evoca de aquella experiencia de la que ya han pasado 23 años.

Álava, de memoria 

Lázaro ahí sigue. Acumulando cimas y repitiendo muchas de ellas en ocasiones. “Los Montes de Álava me los sé de memoria”, relata. No es de extrañar si se echa un vistazo a su excelente documentado archivo montañero. El montañero de Peña Karria ha subido 62 veces el Gorbea. “Un año me propuse subirlo una vez al mes y al final lo hice, más una de propina”, subraya.

El montañero de Peña Karria ha subido 62 veces el Gorbea. “Un año me propuse subirlo una vez al mes y al final lo hice, más una de propina”

Sin embargo, la cima más alta del Territorio queda lejos de las cumbres más repetidas, en este caso las más cercanas a Vitoria, las de Zaldiaran y Eskibel, que ha hollado en más de 400 ocasiones cada una de ellas.

Sinfo Lázaro, durante una de las expediciones realizadas a lo largo de estos últimos 30 años DNA

Las ha repetido tantas veces, que ya no le cabían en el documento original y ha tenido que añadir un folio para estas cimas que realiza con más asiduidad, entre las que destacan Amaritu, Armikelo y Lendiz. En este último empezó todo y Lázaro le guarda un cariño especial. 

Por eso, cada 11 de marzo vuelve. El año pasado encima, coincidió con una efeméride especial, ya que la ascensión a esta pequeña cima de los Montes de Vitoria supuso su cumbre número 6.000.

En unas semanas volverá para celebrar su 30 aniversario montañero. ¿Cuántas cimas llevará entonces? ¿Rebasará ya las 6.200? Habrá que esperar para saberlo. Lo que está claro es que Sinfo Lázaro no va a parar. No tiene fin. Es eterno.