Román Maldonado y Asier del Río, campeones del Bizkaia Open de pala

Bravo. Salvaje, Desatado. Asier del Río fue protagonista en la final del Bizkaia Open Internacional de pala profesional disputada este sábado en el frontón Bizkaia de Bilbao, en la que estuvo bien arropado desde la grada, donde más de un centenar de paisanos, familiares y amigos le dieron calor para soportar las embestidas del potente Iker Gordon. El zaguero de Lezama fue líder en una fiesta en la que su compañero, el campeón Individual Román Maldonado, parecía llamado a ser el faro, pero que el vizcaino sujetó con un dechado de virtudes a la hora de empalar la pelota en todas las posturas.

Es posible que Del Río jugara uno de los mejores partidos en su carrera deportiva en la élite del leño, efeméride que se acentúa por la importancia de una txapela en juego y ante dos palistas de la talla deEsteban Gaubeka y Gordon. ¡Bravo! La victoria, además, restaña el amor propio de Asier tras quedar fuera del Urrezko Pala Pro de Mungia en la previa. Focos a Del Río, faro de Maldonado. Suma su segundo trofeo en el campo profesional tras el conquistado en 2022 junto a Gaubeka en el mismo torneo. 

“No he ganado yo, ha ganado la pala”, especificó el lezamarra al terminar. Y tenía razón, porque los cuatro profesionales dieron un espectáculo terrible sobre el frontón Bizkaia de Bilbao. Se cruzaron 712 pelotazos a buena en la modalidad más complicada de la pelota, donde el cuero alcanza una velocidad de vértigo y no hay apenas tiempo de reacción.

Gordon cuajó un buen choque, aunque la eficacia de su derecha fue menguando con el traqueteo, mas le fue imposible superar a un Del Río bravo, seguro, sólido y mandón. Aun así, a los colorados les tocó remontar y sufrir. 

En el inicio, la pegada del sopelarra y el cemento de Gaubeka pusieron en serios aprietos a Maldonado. El argentino inició inspirado delante, pero acelerado; sobre todo, con el mando rival. Así, los vizcainos se colocaron 8-10 en el marcador para abrir con ventaja las hostilidades. 

La remontada

Del Río pidió paciencia a su compañero. Carácter. Le dijo que estaba para jugar. Paso por el diván. Minutos de retrospección. Tabula rasa. Román buscó potencia.Gordon mandó de nuevo con su diestra de nitroglicerina. Asier optó por ganar relevancia a base de resistencia. Los colorados afinaron el punto de mira hacia el carril para poner en apuros al pegador de Sopela. El 7-7 fue un magnífico dos paredes del argentino, que falló después para anotar el 7-8. Creció. All in. El 8-8 fue un resto por la pared y el 9-8, un zurdazo arrimado de poder. Gaubeka enredó por los pies para empatar en el noveno cartón, el octavo abrazo del segundo joko. Una cortada por el carril de Román finiquitó el set. Fundamental. Un flashback: hace una semana tenían pie y medio fuera de la final y este sábado se calaron la txapela. Pura supervivencia. Como en ese joko. Episodios cruzados. Fue esencial.

Redivivos, los colorados se encontraron con otro obstáculo: 0-4 para empezar el tercero. Una falta de saque de Iker cambió el pie. Otra clave. Román y Asier se levantaron. Directos al 6-4 y al 10-7. Cambio de guion. En el cuarto parcial continuó el recital de Del Río, devolviendo todos los regalos envenenados de Gordon. Inermes los azules, tiraron de casta para revolverse del 5-2 al 5-6. El sopelarra tiró con la diestra y los campeones no soltaron la presa. El 7-6 fue para enmarcar: cortada al ancho de Gaubeka y alcanzada de Maldonado con una magnífica contradejada. Mandíbulas desencajadas. Hubo sufrimiento en el 7-7, que resolvió Gordon con un estupendo pelotazo por la pared. Fue el último estertor azul. Dos errores del sopelarra y una cortada del dominador del Individual resolvieron el puzle.

Pelotazo en el pómulo de Alkorta

Por otro lado, en el duelo que abría el festival, Oier Alkorta causó baja durante el calentamiento por un pelotazo en el pómulo izquierdo. El cuero resbaló por la pared y le rozó el rostro, causándole un corte poco profundo. Con todo, el zaguero azpeitiarra sufrió un mareo inicial, pero después se recuperó para salir por su propio pie de la cancha. Los responsables de Innpala llevaron al palista a un centro médico donde le atendieron la brecha. A la vuelta del mismo, el guipuzcoano reveló que necesitaba “cuatro puntos de sutura”. Tremendo susto.

La firma programó un duelo individual entre Pablo Fusto e Ibai Pérez, que ganó el zaguero por 9-10 y 9-10.