Ángeles Béjar, la madre de Luis Rubiales, temporalmente suspendido como presidente de la Real Federación Española de Fútbol por la FIFA, y su cuñada inician este miércoles su tercer día de encierro y de huelga de hambre en el interior de la iglesia de la Divina Pastora de Motril (Granada) para pedir una solución "a la cacería" contra el dirigente.

Pese a la petición realizada por su hijo para que abandonara el encierro, según dio a conocer Ángeles Bejar, ella mantendrá su postura hasta que "se haga justicia" con su hijo.

Según han informado a EFE la madre y la cuñada de Rubiales, ambas se encuentran en buen estado y han pasado la noche tranquila y están bien de salud.

Durante esta noche se han mantenido los apoyos de algunos vecinos de la localidad granadina que se han acercado hasta la puerta de la iglesia, aunque menos numerosos que los dos días anteriores.

Ambas mujeres iniciaron el encierro a primera hora del lunes aprovechando que la puerta estaba abierta porque se estaba haciendo la limpieza del templo, cerrado desde entonces con ellas en el interior excepto para oficiar misa, algo que volverá a ocurrir esta tarde a las 20:00 horas.