La decisión de los presidentes de territoriales de "activar los protocolos internos de la Federación Española de Fútbol (RFEF) como consecuencia de la suspensión provisional de la FIFA a Luis Rubiales conllevará la suspensión de empleo y de sueldo de éste, cifrado en 634.518,19 euros brutos, según los datos publicados por el organismo.

La reunión de presidentes autonómicos celebrada en la jornada de ayer abordó esta situación con los servicios jurídicos de la RFEF y, dado que Rubiales está suspendido provisionalmente por la FIFA, así consta a partir de ahora en el departamento de recursos humanos federativo.

Algunos de los asistentes a la reunión, presidida por Pedro Rocha, presidente de la Federación Extremeña y ahora presidente interino de la RFEF, plantearon hacer constar en el comunicado posterior a la misma la mención expresa de la suspensión de empleo y sueldo a Rubiales, pero ante la falta de acuerdo quedó fuera del texto, según confirmó EFE.

Los últimos datos publicados en la pestaña de transparencia de la RFEF relativos a la retribución del presidente apuntan a una cantidad bruta total en 2021 de 634.518,19 euros, cifra neta de 339.237,12 euros, al margen de lo percibido por la UEFA, en la que es vicepresidente desde 2019.

La Asamblea de la RFEF aprobó en mayo de 2022 un nuevo sistema para la remuneración de Luis Rubiales como presidente con efectos retroactivos desde el 1 de enero de ese año.

Entonces pasó a tener un salario fijo más el IPC, en lugar de un fijo y unas variables en función del éxito económico como había sido hasta la fecha, tras las suspicacias generadas por el "caso Supercopa".

También se acordó reducir la ayuda de vivienda al presidente a 3.000 euros brutos al mes (1.650 netos) y el tesorero de la RFEF, Eduardo Bandrés, precisó que el nuevo sistema suponía una reducción de unos 50.000 euros anuales.

Ángel Villar, al inicio de su mandato en 1988, cobró de la RFEF 390.000 pesetas -unos 2.500 euros- aunque la junta directiva le planteó que percibiera un millón de pesetas. El último año de presidencia su sueldo fue de 150.000 euros brutos, 100.000 netos, según confirmó el propio Villar.

Una decisión política de la RFEF

Ante la suspensión de Rubiales provisionalmente por la FIFA, la RFEF no estaba obligada a tomar ninguna decisión al respecto, según fuentes jurídicas, ya que no existe un criterio; se trata de una decisión de política de empresa, de la propia RFEF, y el mantenimiento del sueldo no viola ninguna normativa.

Dado que la suspensión provisional de la FIFA es una sanción deportiva, no del ámbito laboral, ésta no tiene que afectar en el pago a Rubiales de la RFEF, que no le ha incoado expediente ni ha adoptado una postura disciplinaria.

No obstante, la situación tras la decisión de FIFA le impide cumplir el contrato, por lo que expertos jurídicos estiman que no puede cobrar al no poder ejecutar el mismo.

En 2017, el anterior presidente federativo, Ángel María Villar, dejó de percibir su sueldo en la RFEF cuando la Comisión Directiva del Consejo Superior de Deportes (CSD) le suspendió durante un año, un día después de que el TAD le abriera expediente en julio de ese año por su imputación en la "operación Soule", por presunta corrupción en el organismo.

Posteriormente, el TAD abrió le otro expediente y en diciembre de ese año destituyó a Villar por una falta muy grave, al entender que vulneró el reglamento electoral de la RFEF por haber ejercido como presidente de la Comisión Gestora durante el último proceso electoral mientras optaba a ser reelegido.

Villar, que estuvo 29 años al frente de la RFEF, desde 1988, fue respaldado por dieciséis presidentes de territoriales en 2017 en una carta de apoyo durante el proceso electoral celebrado ese año en el que resultó reelegido por última vez, y ese gesto les costó una inhabilitación de dos meses por parte del TAD por haber vulnerado su deber de neutralidad.

Ayer los presidentes de las territoriales, reunidos por primera vez después de todo lo ocurrido tras la final del Mundial femenino, acordaron por unanimidad pedir la dimisión de Luis Rubiales y de no producirse esta se abriría la puerta a una moción de censura, algo que el propio Rubiales trató de hacer para relevar a Villar y que no fue necesario por la destitución de éste por parte del TAD.