Era una de las favoritas. Su nombre estaba en todas las quinielas. La vizcaína Gurutze Frades estaba en ese repóker de aspirantes a la victoria final en el Ironman de Vitoria y no falló. La de Durango se hizo con el triunfo en la prueba gasteiztarra con total autoridad gracias a su superioridad en la carrera a pie.
Intratable en el maratón. Buena prueba de ello es que Frades firmó una espectacular remontada en los 42,195 kilómetros finales gracias a una gran carrera a pie. Más que eso. Magnífica.
Y es que Frades afrontó esta disciplina a casi 11 minutos sobre la líder de la prueba, la holandesa Els Visser, mientras que la danesa Michelle Vesterby, que marchaba segunda en esos momentos, le llevaba 3:07 y la alemana Svenja Thoes, que completaba el podio al ocupar el tercer puesto al inicio de la prueba de maratón, aventajaba a la vizcaína en 54 segundos.
Pues bien, Frades no tardaría en enjugar la diferencia con todas ellas. De hecho, para el kilómetro 18 ya se había puesto en cabeza. Sólida líder, además. Y es que mientras sus rivales sufrían para correr a un ritmo constante, Frades volaba.
Buena prueba de ello es que la triatleta vasca corrió los primeros 5 kilómetros por debajo de 4 minutos el kilómetro (3:57), mientras que tanto la holandesa como la alemana estaban muy lejos. Visser empezó a 4:13, pero no tardaría en explotar y ya a partir del kilómetro 15 comenzó a marcar tiempos muy lejanos a Frade tras cubrir cada kilómetro a 4:55, mientras que Thoes, que arrancó la maratón a 4:11, el kilómetro no tardaría en desinflarse para cubrir sus siguientes kilómetros a 4:27 y, ya casi cuando se llegaba a la media maratón, a 4:39.
Frader fue más constante. No cedía desde que se puso en cabeza y su ventaja no hizo más que aumentar. Era la más fuerte en la carrera a maratón y, si no sufría ningún desfallecimiento, la victoria iba a ser suya. La cinco veces campeona de larga distancia no pinchó. Es más, poco a poco fue aumentando su renta para poder disfrutar de la victoria con todo el público de Gasteiz.
Intratable. Un triunfo inapelable. Buena prueba de ello es que en meta aventajó en 6:59 segundos a la alemana Svenja Thoes, segunda clasificada, mientras que completó el podio femenino la holandesa Els Visser a 22:41 de la ganadora.
Fue el premio a la constancia. Sin ceder, ni venirse abajo por mucho que sus rivales le estuvieran poniendo contra las cuerdas desde el inicio de la prueba. De atrás hacia delante. La exjugadora de baloncesto demostró que las pruebas de gran fondo se le dan a las mil maravillas.
La de Durango, que el próximo mes de septiembre cumplirá 42 años, demostró que es una mujer muy dura. De hierro. Incansable. Por eso, estas pruebas de exigencia extrema le van como anillo al dedo. Los resultados le avalan. Once veces podio en pruebas de Ironman, uno de ellos el segundo puesto en el mítico y prestigioso Ironman de Hawai en 2017, más una victoria en 2015 en el de Vichy dejan clara que es una triatleta muy fiable en estas distancias.
Y es que mientras que a las demás se le agotan las baterías ella ahí seguía. Ritmo constante. Martillo pilón. Recortando segundos cuando iba por detrás, aumentándolos cuando se puso por delante. El ritmo final de las atletas que acabaron en cabeza el Ironman de Vitoria así lo confirma. Gurutze Frades cubrió los 42,195 kilómetros de la maratón a 4:06 el kilómetro, casi el mismo ritmo con el que empezó la prueba.
Pues bien, Thoes, segunda clasificada lo hizo en 4:16, Visser, tercera a 4:54, mientras que la holandesa Michelle Vesterby y la vasca Helene Alberdi, cuarta y quinta clasificada respectivamente, lo hicieron en 5:01 y 4:36. Lejos, muy lejos ambas de Frades. La gran dominadora del Ironman de Vitoria. Por eso llevaba el dorsal uno. Era la máxima favorita y no falló a los pronósticos.
Eso sí, lo dicho, la vizcaína, récord femenino español en distancia Ironman con 8:31:12, tuvo que esforzarse cuando llegó su terreno, primero en la bicicleta y después en la prueba a pie para remontar a sus rivales.
Y es que Frades comenzó muy rezagada. La de Durango salió del agua en sexta posición a 6:29 de la bilbaína Helene Alberdi, quien aprovechó su destreza en la natación para abrir brecha y comenzar la prueba en bicicleta con una cómoda renta de 3:38 sobre Visser, 3:52 sobre Thoes y Vesterby y 6:21, sobre Uderstadt, triatleta que llegó a la transición en bicicleta de la mano de Frades.
Tocaba trabajar a la de Durango. Más tras ver cómo Visser, una especialista en la bicicleta, comenzaba a abrir brecha. La holandesa no tardaría en tomar el liderato. Para el kilómetro 24 de los 180 de la segunda de las disciplinas ya lideraba la carrera, mientras que Alberdi se iba desinflando y comenzó a perder posiciones.
La triatleta de Países Bajos fue poco a poco amasando una pequeña renta sobre las dos ruedas, mientras que Frades continuaba escalando posiciones. Visser gozaría de casi tres minutos sobre Vesterby mediada la competición de ciclismo y por detrás marchaban juntas Frades y Thoes a 6:43 y 6:44 respectivamente.
Estaba lejos, pero aún quedaban 84 kilómetros sobre las dos ruedas y sobre todo los 42 de la carrera a pie para remontar y poder llevarse la victoria. No había que venirse abajo, por mucho que Visser siguiera volando en bicicleta, su especialidad.
Buena prueba de ello es que la potente rodadora holandesa aumentó su ventaja al término de los 180 kilómetros hasta los 3:47 sobre Vesterby, mientras Thoes llegó a 10:33 y Frades a 10:50. Lejos, muy muy lejos. Parecía difícil, pero no imposible. Ahí apareció la locomotora de Gurutze Frades para recortar segundos gracias a un ritmo inalcanzable para sus rivales y poder disfrutar de su contundente victoria en la Plaza Nueva. La más dura. La mujer de hierro del Ironman de Vitoria.
Por otro lado, en categoría masculina, en la que no hubo triatletas profesionales, la victoria correspondió al francés Gwénael Changeon con un tiempo de 8h. 22m. 18s, mientras que en segunda posición acabó el español David Mendes a 16m 33s y tercero fue el galo Nicholas Durif a19m 42.