Un nudo en la garganta. Eneko Llanos tuvo que hacer una pausa mientras agradecía a patrocinadores y colaboradores la organización del vi half gasteiz.
Comenzaba a hablar de lo que iba a depararle el futuro en los próximos meses una vez ya retirado de la alta competición cuando las palabras se le entrecortaron. “Hasta ahora el triatlón ha sido mi profesión. Ahora será un hobby. Un pasatiempo. Para mí es muy bonito competir por última vez en Vitoria y disfrutar de la gente de mi tierra”, señaló con vez entrecortada y con lágrimas en los ojos tras ver como su mujer Ruth no podía evitar las lágrimas.
Eneko tampoco lo hizo. Embargado por la emoción ante lo que él mismo ha llamado El último baile.
¿Se ha emocionado?
–Bueno, ha habido trampa. Estaba ahí Ruth emocionada y no he podido evitarlo. Yo estaba centrado en lo mío, tratando de mantener la templanza, pero no ha podido ser.
¿Es la prueba más emotiva de su carrera?
–Sí, sí, sin duda. Ya es el final. Se trata de ir acabando esta época tan larga de deporte a alto nivel y hacerlo en Vitoria, en un evento como el vi half, es bonito y muy emotivo.
¿Qué se le pasa por la cabeza ahora que se va a despedir de la competición de élite?
–Me vienen muchas cosas. A ver hay veces que dices, bueno ya vale, se me hace pesado estar todo el día tratando de mantener la tensión, la concentración y todo lo que conllevan los entrenamientos cuesta mucho. Pero luego, en las últimas competiciones también tienes momentos en los que te dices, compito bien, rindo bien y también disfruto de lo que estoy haciendo.
¿Viendo que su nivel sigue siendo alto. ¿Cuesta decir adiós?
–A ver, el día a día ya es muy complicado y también me apetece seguir haciendo deporte, pero de otra manera. Salir de esa rueda de estar siempre obligado a tener un rendimiento máximo. Quería quitarme un poco esa presión propia de quererlo hacerlo bien y rendir en la competición. Necesitaba hacer una pausa y a nivel mental descansar un poco.
¿De que estaba más hasta las narices o realmente cuando entrena, no se le hacía tan pesado y la decisión de decir adiós viene por sacudirse de una vez esa presión de la alta competición?
–Es un poco todo. Ya últimamente estaba compaginando el deporte con todo. Con el trabajo, con la familia... Y cuesta. Como en todas las familias. Entras en la vorágine del día a día, de hacer mil cosas y también quieres sacar un hueco para entrenar, pero ya el descanso no es el mismo, los entrenamientos tampoco son los mismos y muchas veces cuesta mucho hasta arrancar. Preferirías estar más tranquilo en casa o pasar un día en familia tranquilamente. Lo que cuesta es mantener la rutina del entrenamiento.
Y cuando entrena, ¿cómo se ve?
–Una vez que me pongo a entrenar, me encuentro muy bien y rindo muy bien. Pero sí que esos momentos de ahora tengo un ratito para entrenar pues ponerme a hacerlo, me cuesta.
“La victoria va a estar muy complicada. Hay cuatro triatletas muy competitivos y espero estar en la pelea”
Hablando de la carrera del sábado. ¿Con qué opciones de victoria se ve?
–Va a estar complicado. El último fichaje de Pello Osoro lo ha complicado todo aún más. Pello es un triatleta que está a un muy buen nivel y su presencia va a dar más prestigio a la prueba. También está Guilem Montiel, Urko Herrán... Hay tres o cuatro triatletas muy competitivos y espero poder estar en la pelea, pero va a estar complicado conseguir la victoria.
¿Cómo valora que esta prueba, pese a tener tan solo dos años, haya arraigado tanto en Vitoria?
–Está distancia se echaba mucho de menos en Vitoria. Siempre hemos tenido triatlón de larga distancia o 'Ironman' y eso requiere muchísimas horas de entrenamiento, mucho esfuerzo, incluso a nivel económico. El tener una prueba de esta distancia, que es más asequible para entrenar, sigue siendo una distancia muy dura y habrá gente que lo vea desde fuera y diga ‘¡vaya burrada!, pero bueno para la gente que hace triatlón y para la gente que está acostumbrada al deporte de fondo, son distancias que con un poquito de dedicación y un poquito de entrenamiento pues se pueden llegar a completar.
¿El hecho de que en muchos sentidos sea una prueba más accesible ha podido ser clave en este éxito popular que ha tenido?
–No requiere llegar a hipotecar tanto tiempo. Tiempo que la mayoría de la gente se lo tiene que robar a estar con la familia o compaginar con trabajo y con otras mil tareas que tenemos todos en el día a día. La media distancia permite que con un poco menos de entrenamiento, poder acabar la carrera y disfrutarla. Es una distancia y un evento que era muy necesario aquí en Vitoria. El año pasado ya fue un éxito y este año ya se ha visto que fue así con el aumento de la participación. Encima en una época complicada, ya que hay muchísimos eventos, muchos triatlones y que hayan conseguido este nivel de participación es significativo de que el año pasado se hicieron las cosas muy bien. El vi half poco a poco va cogiendo nombre, haciéndose un hueco y espero que esté ahí por muchos años.
"El ambiente fue muy chulo. Aquí la gente enseguida se pone a animar y el corredor se siente muy arropado. Ese es seguro uno de los motivos por los que este evento ha tenido el éxito que ha tenido"
El año pasado se vivió algo espectacular con el público siguiendo la prueba en muchos rincones del Casco Viejo y en especial en la Cuesta de San Francisco. ¿Qué le pareció? ¿Había visto alguna vez un ambiente así?
–Fue muy chulo. Desde que los triatlones se han metido en la ciudad, la gente se ha identificado con el deporte y se ha volcado con estos eventos. El acercar el deporte se ha demostrado que es positivo. Antes teníamos la tendencia de hacer el deporte de competición un poco apartado, en zonas periféricas donde se molestara menos, pero el traerlo al centro neurálgico de la ciudad y meterlo por calles tan representativas como son las del Casco Viejo y el ambiente que hay a esas horas en la cuesta, le da un toque de calor humano. La gente se siente arropada. Además, aquí la gente enseguida se pone a animar. Creo que le da un toque de distinción que en muy pocos sitios se ve. La gente con sus gritos y sus ánimos le da un toque muy particular a la prueba y seguro que es uno de los motivos por los que este evento ha tenido el éxito que ha tenido y por el que la gente el año pasado quedó tan satisfecha.
