Ilusión a raudales. Máxima emoción. No es para menos. Y es que “todos van a cumplir un sueño”, como asegura Martín Fiz. ¿Cuál? Correr el Maratón de Nueva York, la más mítica de las pruebas hoy en día. Así es. Para Fiz no hay ninguna duda. “Es una carrera especial que a cualquier atleta le gustaría disputar alguna vez en la vida. No te puedes morir sin haber corrido en Nueva York”, asegura el campeón del mundo de la distancia.

El correcaminos gasteiztarra sabe bien de lo que habla. Y es que a lo largo de su dilatada carrera, el que fuera campeón de Europa, del mundo y Premio Príncipe de Asturias de los Deportes ya peleó por la victoria en la Gran Manzana en las ediciones de 1996 y 1999 en categoría absoluta. En ambas ocasiones paró el crono en 2:12, tiempo que le sirvió para concluir en unas meritorias séptima y novena plaza. Cerca de la victoria. Ese era el reto de Fiz.

Pues bien, el alavés lo siguió intentando una vez que puso fin a su carrera profesional y, cómo no, el testarudo atleta vitoriano consiguió al fin su objetivo y se impuso en el año 2015 en la categoría de veteranos de 50 a 54 años con un tiempo de 2:34:33. Otro maratón de Nueva York en las piernas. Otra fiesta del atletismo que disfrutó en primera persona. Y es que la prueba que parte desde el puente de Verrazano y concluye en Central Park “es mucho más que una carrera”, como insiste Fiz.

EL CIRCUITO ES DURO

Pues bien, este domingo van a disfrutar de la experiencia 12 atletas populares alaveses. Sandra, Mario, Mikel, Irune, Edurne, Asier, Ana, Arantza, Miguel, Sara, Berta y Martín son sus nombres. Comandados por el propio Martín, este grupo de deportistas lleva más de tres meses cuidándose y preparando con mimo la prueba. No queda otra. Los 42,195 kilómetros de la Maratón de Nueva York son muy exigentes. “Es un terreno muy quebrado, con mucho sube y baja. Hay bastante desnivel. El circuito es muy duro”, asegura Fiz.

Esta vez al campeón del mundo de la distancia le tocará ver los toros desde la barrera y eso que tenía dorsal. Sin embargo, una inoportuna lesión le ha privado de estar en la línea de salida. “Iba a correr, pero me rompí el sóleo y tengo que cuidarme ya que a la siguiente semana tengo el 25 aniversario de la maratón del Mundial de Atenas y ahí no puedo faltar”, asegura Fiz, consciente de que se estará mordiendo las uñas mientras anima a sus pupilos.

Confianza en todos ellos. Hay algunos que debutan en esta mítica carrera y otros que ya conocen la distancia, pero los nervios y las emociones están a flor de piel en todos ellos. En todos. Incluso para Mikel Ustaran, el más veterano del grupo que cumplió la semana pasada 82 años y hace 30 ya completó los 42,195 kilómetros de la prueba neoyorquina. “A ver, es una carrera en la que no hace falta darse prisa, ya que al ser tan popular no hay límite de horario para acabarla. Tienes 24 horas para hacerla y creo que la van a completar en menos de 4h. 30m.”, recalca.

Martín Fiz vive con envidia sana los días previos a la carrera. Sabe lo que se van a encontrar estos intrépidos populares que han preparado la maratón a conciencia bajo su tutela y lamenta no poder vivir ese ambiente este próximo domingo. “Es una maratón multicolor. El atleta nunca está solo ya que hay tanta gente que siempre encuentras alguno de tu nivel corriendo contigo. El ambiente por las calles es increíble. Música en las grandes avenidas, toda una ciudad como Nueva York volcada con la carrera, un montón de público animando... Es que te llevan”, señala con la emoción de quien recuerda una de sus mejores experiencias como deportista.

TRANQUILIDAD EN EL BRONX

Ahora la podrán vivir in situ una pequeña parte de sus pupilos. Nueva York les espera. La ciudad de los rascacielos a sus pies. Entera. Sin ningún tipo de problema, como recuerda el veterano atleta, que el próximo mes de marzo cumplirá 60 años. “Ese día no van a tener problemas a la hora de pasar por el Bronx”.

La ciudad se parará por la maratón. De punta a punta. La carrera, que pasa por los cinco distritos o Boroughs de la ciudad, en este orden Staten Island, Brooklyn, Queen, Manhattan y Bronx, acapara buena parte de los servicios de la ciudad. Policías, bomberos, voluntarios, vecinos... Todo el mundo pendiente de que la prueba sea un éxito. Cuidando hasta el más mínimo detalle con el objetivo de mimar al atleta y que no le falte de nada. Por eso, la maratón de Nueva York es distinta.

“Una pasada. Atletas de muchos países, camaradería, buen rollo, correr por esas avenidas, pasar por el barrio latino y ver lo bien que se lo pasa todo el mundo y acabar en Central Park... Lo tiene todo”, insiste Fiz. Y es que el corredor se va a encontrar una fiesta en cada rincón. Algo más tranquila en el barrio judío de Brooklyn como recuerda el maratoniano alavés. “Allí incluso puede hasta que den la espalda al corredor. No les va mucho la carrera”, recuerda.

UN CAMPO DE CONCENTRACIÓN

Son mil y una anécdotas las que guarda Fiz de su experiencia en esta legendaria carrera. Algunas de ellas ya se las ha trasladado a estos 12 populares alaveses. “Los nervios ya empiezan desde las cuatro de la mañana cuando les llevan en autobús y les sueltan en una campa. Ahí, 50.000 atletas esperando unas cuantas horas a tomar la salida. Parece que están en un campo de concentración”, rememora.

A buen seguro que la experiencia no es tan dramática, como expone el propio corredor alavés. De hecho, tiene claro que le gustaría acompañarles hasta la línea de salida para animarles y darles los últimos consejos. Sin embargo, no lo va a hacer porque se conoce de sobra y teme que la pueda liar. “Me levantaré para darles los ánimos en el hotel y después me iré a entrenar por Central Park ya que si voy me entraría el gusanillo y seguro que me pongo el dorsal y la lío. Al ver a todos los atletas allí, saldría a correr seguro y no puedo”, lamenta.

Fiz les esperará en meta para felicitar a los héroes. Como son tratados por la ciudad de Nueva York todo aquel que concluye la maratón. “Tú acabas la carrera, te cuelgan la medalla de finisher y no te la quitas en todo el día. Pues según vas paseando por la ciudad, los neoyorquinos que lo viven y mucho se acercan a ti para decirte ‘congratulations, congratulations’. Estás en una nube”. Flotando. En un sueño. El de la maratón más mítica del mundo. Pues bien, este domingo 12 alaveses confían en poder acabar con éxito. A roer la Gran Manzana.