REAL MADRID: Abalde (2), Hanga (5), Deck (5), Tavares (14), Yabusele (3) -quinteto inicial- Causeur (3), Randolph (6), Rudy (2), Poirier (5), Llull (9), Taylor (3).
ANADOLU EFES: Larkin (10), Moerman (0), Pleiss (19), Micic (23), Anderson (0) -quinteto inicial- Beaubois (0), Singleton (4), Bryant (0), Dunston (2).
Parciales: 15-14, 34-29 (descanso), 42-40 y 57-58.
Árbitros: Lamonica, Ryzhyk y Vilius. Sin eliminados.
Incidencias: Final de la Euroliga disputada en el Stark Arena de Belgrado ante casi 19.000 espectadores.
El Anadolu Efes ratificó su dominio del baloncesto europeo al revalidar el título de la Euroliga en una de las finales con menor anotación de los últimos años. El Real Madrid peleó hasta el final, pero pagó su pésimo día en el tiro lejano y no supo defender la última posesión de los turcos ya que dejaron que se pasara demasiado tiempo sin hacer falta y no pudieron hacerse con el balón que les habría permitido al menos aspirar a la prórroga. El conjunto de Estambul adelanta así a su gran rival, el Fenerbahçe, en una competición que domina ya que hace tres años, cuando se canceló por la pandemia, también era el líder.
La temporada se cerró con el mismo partido que la inició y el doble campeón volvió a salir triunfador en un final apretado, como hace un año ante el Barça. Cuenta con dos jugadores que focalizan toda la atención, Vasilije Micic y Shane Larkin, y su capacidad de desborde resulta letal en encuentros jugados a ritmos bajos. El serbio repitió también como MVP, pero la extraña pareja necesitaba compañía y esta la aportó Tibor Pleiss. El alemán empezó cediendo en su duelo con Edy Tavares, que ya llevaba 12 puntos y 7 rebotes en el primer cuarto, aunque el paso del partido diluyó la figura del caboverdiano y agrandó la del exjugador del Baskonia, el Valencia y el Barça.
La defensa del Real Madrid rayó a gran altura todo el partido, pero faltó acompañarla de acierto en el tiro exterior, donde fracasó especialmente Yabusele, con cero de seis. En cambio, dos triples de Randolph fueron un maná antes del descanso para que los blancos tomaron una ligera renta, aunque el estadounidense no volvió a jugar y el Madrid desperdició un recurso muy válido. Otro triple de Hanga dio al equipo de Pablo Laso su máxima ventaja (40-31) en el tercer cuarto.
Los madridistas no lograron crecer desde ahí ya que su ataque no fluía y el Anadolu Efes, con más agresividad en defensa, se apuntó un parcial de 2-14 que dejó el choque en manos de Micic, que propuso y dispuso. Los diez puntos de Pleiss en el último cuarto fueron determinantes porque el Madrid no encontró respuesta a sus tiros a media distancia y sus rebotes de ataque. Todo el tramo final se jugó en distancias mínimas, meter una canasta costaba horrores y cada error se iba a pagar caro. Un par de tiros libres fallados por Causeur y Tavares impidieron recuperar la iniciativa a los madridistas antes del último minuto y después tampoco supieron usar las faltas ni el tiempo para recuperar una posesión. Cometieron dos para llegar a las cuatro, pero de forma incomprensible no llevaron a los turcos al tiro libre para tener otra posesión y el último balón quedó sin dueño mientras los pocos segundos que quedaban cayeron hasta la bocina.
El Anadolu Efes, tras una campaña irregular, se proclamó campeón otra vez porque en los partidos al límite su fiabilidad es muy alta, aunque ahora tenga que abrir un nuevo ciclo por la probable marcha de Vasilije Micic a la NBA. El Real Madrid llegó mucho más lejos de lo que se esperaba hace mes y medio y se quedó a las puertas de su undécima Euroliga. En este baloncesto del siglo XXI, meter triples es un mandamiento básico para ganar. l