- Lucas Eguibar, que el jueves acabó séptimo y con diploma olímpico la prueba de snowboard cross de los Juegos de Pekín, decidió retrasar dos días su regreso a casa, previsto inicialmente la noche de la jornada de competición, al estar “destrozado”.

El actual campeón del mundo no regresará hasta mañana. El donostiarra explicó que se sintió mal después de la competición: “Me dio un bajón físico y mental; más físico, porque me estaba como subiendo la fiebre; porque me di un golpe en la espalda y me dolía bastante en la zona que ya tenía mal. Hablé con los jefes del Comité Olímpico Español para poder cambiar el viaje y al final lo pude retrasar dos días. “Estaba físicamente destrozado; y hacerme un viaje de veinte horas en esas condiciones creo que física y mentalmente me iba a matar. “Ya sabía que iba a ser una carrera muy difícil, muy peleada y difícil. Pero estoy contento por cómo fue la carrera, porque con todos los problemas que tuve aún pude luchar por las medallas”, opinó Eguibar, que en la semifinal se cruzó en la misma ronda con el campeón olímpico, Alessandro Hämmerle, y el subcampeón, el canadiense Eliot Grondin. “Y claro, no había quien los cogiese, a esos dos”.

En la final de consolación, el donostiarra se vio perjudicado por una caída que perjudicó a su dañada espalda: “Me caí con el culo y me hice bastante daño en la espalda”. “Luego estuve emocionado, porque ha sido un trabajo muy duro para llegar hasta aquí. Sinceramente, con el tema de la espalda lo he llegado a ver muy, muy negro, todo. Y luego todo el asunto del covid para poder llegar a los Juegos ha sido muy, muy difícil y haberlo conseguido; y luchar por estar casi con los mejores y quedarme otra vez a las puertas .... no me he derrumbado, pero casi”. “Me emocioné mucho; porque ha sido muy duro; y estoy muy orgulloso de todo lo que he hecho. Y muy agradecido a todo el mundo que me ha apoyado”, precisó Eguibar.

Cuartos Juegos. Ander Mirambell concluyó ayer en la vigesimocuarta posición en la competición de skeleton de los Juegos de Invierno. El barcelonés, en sus cuartos Juegos a sus 38 años, no pudo firmar su mejor resultado olímpico, que sigue siendo la 23ª posición de 2018, pero su gran éxito estaba conseguido con una nueva clasificación en un deporte donde maximiza los pocos recursos con los que cuenta. “La valoración es bastante positiva. Los que nos hemos quedado fuera del top 20 somos los que no pudimos venir a los test de octubre”, remarcó. Alemania se llevó el oro y la plata con Christopher Grotheer y Axel Jungk.