- Al término de la competición, el propio Lucas Eguibar colgó un vídeo en las redes sociales en el que quiso agradecer “todo el cariño y los mensajes que estoy recibiendo de la gente, que son muchísimos”. “De verdad, gracias por estar ahí, por apoyarme, porque en estos momentos, leer todos los mensajes y ver que tanta gente me está apoyando me ayuda mucho”. No se olvidó, por supuesto, de su familia, sponsors, miembros del equipo, Federación, ni de sus entrenadores de Equilibrium en Donostia. El campeón del mundo reconoció sentirse “súper agradecido” por todo. Eso sí, “me da pena y he llorado 18 veces en dos horas”, confesó un abatido Lucas. “Me da rabia haber llegado hasta aquí y no haber podido sacar mi mejor versión, pero las carreras son así”, puntualizó.

Eguibar destacó la dureza del camino recorrido para llegar a los Juegos de Pekín: “Por fin voy a poder descansar”. “Ha sido muy duro todo este camino con la lesión de espalda y el tema covid también ha sido bastante duro mentalmente”. “Ya podemos decir que se ha acabado esto y me vuelvo a casa más feliz que nunca por todos vosotros que me dais muchísimo apoyo”.

Posteriormente, en declaraciones al Comité Olímpico Español, el rider guipuzcoano reconocía tener “sentimientos de todo tipo. Preveía una carrera muy difícil y lo bueno es que he estado bien en la primera ronda. Al principio sí he encontrado mi nivel. En cuartos de final tenía medio rota la fijación pero me ha acompañado la suerte. Ha habido un poco de todo, errores y suerte”.

En el circuito diseñado en el Snow Park de Genting ha existido cierta diferencia entre los riders que van con el pie izquierdo delante, conocidos como regulars, beneficiados por el trazado, y los que son goofys como Eguibar. La pista, por tanto, no benefició demasiado al donostiarra, y menos aún después de quedar algo relegado en la tanda clasificatoria. “Por el lado izquierdo la salida era aún más difícil, me ha tocado así por la clasificación, y parte de la culpa la tengo yo, obviamente. Era una salida técnica que han modificado durante los entrenamientos. Perdíamos velocidad y se me ha atragantado un poco desde el exterior”.

El camino hasta llegar a estos Juegos no ha sido de rosas. A la lesión de espalda por la que ha tenido que ser infiltrado hasta en tres ocasiones y por la que se planteó incluso dejar la disciplina, hay que sumarle las constantes burbujas en las que se ha tenido que mantener a causa del covid: “El camino ha sido duro por la lesión de espalda y estar aquí es increíble. Es lo que me emociona. Además, llevo mucho tiempo sin estar con mi familia por el covid. Ellos están en los buenos y en los malos momentos y gracias a ellos saco fuerzas para seguir”.

Eguibar manifestó que “el futuro pasa por irme a casa y descansar. Quiero hacer las carreras de la Copa del Mundo que quedan -en marzo, en Canadá y en la estación suiza de Veysonnaz- pero tengo que mirar bien la espalda porque me he hecho daño” en la caída.

“Me da rabia haber llegado hasta aquí y no haber podido sacar mi mejor versión”

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