¡Crac! Un chasquido. El sonido sordo de un problema. El quebranto. Rotura de cadena. A Miguel Sánchez (Caja Rural) la fuerza, de repente, se le quedó en el aire, como a esos dibujos animados suspendidos en el en el abismo. Perdida la tracción, anulada por el eslabón que se rompió, Sánchez tuvo que remontar desde el sótano para alcanzar la azotea de la sonrisa en el ciclocross de Amurrio por delante de Iñaki Guaresti (Eiser-Hirumet), nuevo campeón de Araba, y Aitor Hernández (Specialized), que cerró el podio de la prueba que homenajeó al exciclista José María Basualdo, campeón de España de ciclocros en 1972, 1973 y 1976.
Sin cadena, el cántabro concluyó el primer giro con la bici a modo de atrezzo, como una souvenir sin demasiado sentido. Como un paraguas en un día de sol que uno trata de perder por molesto. Se rompió la cadena y quedó preso Sánchez. Una paradoja. Necesitaba encadenarse Sánchez para volar en un circuito rápido, exuberante el cielo azul, poderoso el sol de la mañana, lejos de los días de lodo y lluvia. La avería del cántabro desencadenó a Iñaki Guaresti y a Aitor Hernández, que mandaron durante la casi totalidad de la trama hasta que en la penúltima asomó la ferocidad y la obstinación de Sánchez para rebasarles y certificar su segundo triunfo del curso después del obtenido en Puente Viesgo. Sánchez aventajó en una veintena de segundos a Guaresti, que derrotó a Aitor Hernández en el esprint final entre ellos.
Guaresti y Hernández hombrearon en cabeza mientras mascullaba Sánchez su mal fario. No colapsó sin embargo el corredor de Castro Urdiales. Se encorajinó y volteó la frustración. Encauzó la rabia en el pedaleo. Salmón contra corriente. Hernández y Guaresti se vigilaban y se lanzaban dardos. Sánchez arrancaba por detrás los dorsales que le precedían. Descontó rivales a cada giro. Nadie podía frenar su frenesí. Cada vez más sólido y hambriento. Sacó las tijeras. Afiladísimo recortó la desventaja que acumulaba con Hernández y Guaresti. Cuando conectó con ellos, en el penúltimo giro, descargó su ambición en tromba. Sometió al vizcaino y al alavés, que nada pudieron hacer salvo rendirse al poderío de Miguel Sánchez, imparable a pesar de la rotura de cadena.
PAULA SUÁREZ, CAMPEONA
La superioridad de Sánchez enlazó con la demostración de Paula Suárez (Laboral Kutxa), que evidenció una vez más su dominio en el ciclocross vasco para proclamarse campeona de Araba. Suárez no encontró rival en Amurrio para hacerse con la séptima victoria de la campaña. Fue la mejor, de punta a punta. A los laureles de Berriz, Trapaga, Legazpi, Beasain, Lezama y Ametzaga, sumó el de Amurrio. Otra muesca más para su currículo. Suárez aventajó a Olatz Odriozola (Bizikleta.com) en casi un minuto y sacó 2:28 a Amaia Lartitegi (Bizkaia-Durango), mejor sub’23 de la cita alavesa. Otro escenario para un nuevo recital de Paula Suárez.