BARCELONA: Ter Stegen; Mingueza (Min. 46, Coutinho), Eric García, Piqué, Jordi Alba; Sergio Busquets, Frenkie de Jong (Min. 77, Sergi Roberto), Gavi (Min. 85, De Jong); Dest, Ansu Fati (Min. 74, Agüero) y Memphis.
REAL MADRID: Courtois; Lucas Vázquez, Militao, Alaba, Mendy; Casemiro, Kroos, Modric; Rodrygo (Min. 72, Valverde; M. 91, Carjaval), Benzema y Vinicius (M. 87, Asensio).
Goles: 0-1: Min. 32; Alaba. 0-2: Min. 93; Lucas Vázquez. 1-2: Min. 87; Agüero.
Árbitro: Sánchez Martínez (Comité murciano). Mostró tarjeta amarilla a Piqué y Mendy.
Incidencias: Camp Nou, 86.422 espectadores.
- El Real Madrid se llevó el primer clásico postMessi con un gol de Alaba en la primera mitad que el Barcelona, tan voluntarioso como inofensivo, fue incapaz de remontar. Lucas Vázquez y Agüero anotaron en el añadido, en un partido igualado y con pocas ocasiones de gol.
Salió el Barça a buscar arriba al Madrid desde el inicio, con muchas ganas de agradar al Camp, que ayer recuperaba todo su esplendor por primera vez desde la pandemia.
Así, los veinte primeros minutos fueron de claro dominio local, hasta que el conjunto blanco empezó a desperezarse y Vinicius a activarse por la banda izquierda para empezar a sembrar la duda en la defensa azulgrana.
En su primer aparición en el área, el brasileño reclamó penalti por un empujón de Miguenza que el árbitro no concedió. Y poco después, el Barcelona tendría la primera ocasión del partido en una jugada por la izquierda de Memphis que acabó con el balón en las botas de Dest. El lateral estadounidense, que ayer actuaba de nuevo como extremo, envió inexplicablemente en el esférico a las nubes con Courtois prácticamente batido.
Y es que existen, al menos, tres certezas en esta vida: que todos nos moriremos algún día, que al agua moja y que el Barça de Koeman tiene menos pegada que el equipo de un asilo.
Todo lo contrario que el Real Madrid, que en su primer llegada clara, pasada la media hora, solo necesitó enlazar cuatro pases en una contra para que Alaba fusilara de tiro cruzado con la zurda a Ter Stegen para poner el 0-1. Ancelotti, que repitió el once que goleó al Shakhtar, tuvo claro el guion: aguantar las tímidas embestidas de su rival y hacerle daño al contragolpe. Piqué pudo empatar poco después, pero cabeceó demasiado cruzado un córner botado Memphis, y Alaba tapó un disparo de Ansu Fati, a asistencia de Jordi Alba, poco antes del final de la primera mitad.
Koeman movió al banquillo al descanso, dando entrada a Coutinho por Mingueza, retrasando a Dest al lateral y pasando de un 4-4-3 a un 4-2-3-1, con el atacante brasileño recién ingresado actuando en la media punta. El mismo retoque que el preparador neerlandés hizo, con poco éxito, cuatro días antes, en la Champions ante el Dinamo de Kiev.
Con todo, salió el Barça de nuevo con más ambición que el Real Madrid al inicio de la reanudación pero, como muchos partidos esta temporada, fue otra vez un quiero y no puedo.
Los de Ancelotti, cómodos en el repliegue, dejaban el desgaste para el rival, y aún pudieron sentenciar en dos acciones de Benzema. La primera fue una volea pasada la hora que paraba el meta alemán y, diez minutos después, el francés se trastabillaba en la línea de gol y no acertaba a rematar una asistencia de Mendy.
El Barça, en cambio, solo se acercó a la meta de Courtois con un disparo de Dest y un cabezazo del recién ingresado Agüero, ambos desviados.
Ya con el tiempo cumplido buscaba el Barça el empate de la desesperada pero Piqué no acertaba a rematar un centro de Memphis y, mientras reclamaba penalti, el Madrid armaba su enésimo contragolpe. Esta vez era Asensio, que acaba de entrar de refresco, el que se plantaba solo frente a Ter Stegen. Y este desviaba su disparo a las botas de Lucas Vázquez, que no perdonaba el segundo.
En la jugada siguiente, el Kun anotaba el tanto local en un acción de puro 9, pero ya era demasiado tarde para el equipo de Koeman. El Madrid volvía asaltar el Camp Nou en otro clásico emocionante, pero menor en cuanto a espectáculo y talento.
Preocupación por Ansu Fati. El entrenador del Barcelona, Ronald Koeman, consideró que su equipo demostró "que no es inferior al Real Madrid" a pesar de la derrota, y lamentó la gran oportundidad que tuvo Dest en el primer tiempo para haber puesto por delante al Barça. El técnico neerlandés consideró que en la segunda parte "el Madrid ha podido hacer su juego, esperando y defendiendo". Koeman admitió que está "decepcionado con el resultado", pero no por lo que hizo su equipo. Sobre el bajo rendimiento de Ansu Fati en el clásico y el cambio después de una jugada en la que se pudo hacer daño, Koeman no quiso ser alarmista: "Fue difícil para Ansu crear más, porque ellos defendieron bien. Las pequeñas molestias creo que no son en la rodilla ni es algo grave. Ha jugado 70 minutos y le tocaba descansar para poder estar listo el miércoles". Por su parte El entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti, explicó que su equipo hizo "un partido práctico e inteligente". "Defensivamente hemos estado muy bien y hemos sido muy eficaces en la contra. Este equipo tiene calidad y tenemos que disfrutarlo", consideró Ancelotti.