Tras muchos meses de silencio, ayer el pabellón de Mendizorroza volvió a tener voz y pasión en sus gradas. El Kutxabank Araski, que se encuentra preparando su sexto curso consecutivo en la Liga Femenina Endesa, recibió en su feudo al Clarinos Tenerife y lo hizo, además, acompañado de su afición. El resultado no fue favorable para el conjunto de Madelén Urieta, pues cayó por 76-81, pero, a falta de menos de un minuto para acabar el partido, las verdes -ayer de negro- llegaron a ponerse a solo dos puntos de las canarias, siempre por delante en el marcador.