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Cuestión de pelotas

Javier López Arrebola: Mister Dato

Solícito, entrañable, de buen carácter, un chaval joven y tranquilo pero inquieto, activo y preocupado, encantado de poder hablar un rato de su pueblo, de la pelota y de la cuadrilla de Añana, "la más extensa de Álava"

Javier López Arrebola: Mister Dato

olícito, entrañable, de buen carácter, un chaval joven y tranquilo pero inquieto, activo y preocupado, encantado de poder hablar un rato de su pueblo, de la pelota y de la cuadrilla de Añana, "la más extensa de Álava" anota, pero no tan productiva en cuanto a la aparición de pelotaris como otras. Y listo. Javier López Arrebola es un tipo listo, pero no se da ninguna importancia. Es un gusto conocerle, ver cómo se comporta dentro y fuera de la cancha. Lo natural que es.

Hablamos a través del teléfono. No tengo que preguntarle casi. Va desgranando sus recuerdos por orden cronológico a buena velocidad, casi sin atender mi voz ni los problemas que tengo para seguirle. Yo con el altavoz, tratando de recoger sus palabras a boli, y él, así le imagino, pegado al auricular, trasteando el ordenador en el que trabaja para confirmar datos, fechas y nombres.

Ingeniero industrial, grado superior, tras el año y medio de especialización en Burgos. Ingeniería superior cuyo primer paso vendría dado desde la UPV en Gasteiz, en la rama mecánica. Pero su carrera laboral le llevaría por otros derroteros. Un profesor de la UPV con el que sintonizó durante la carrera le invitó a unas prácticas en el sector tecnológico y ahí sigue.

Una pequeña empresa consultiva de origen modesto al principio, EVERIS, multinacional con 35.000 trabajadores a día de hoy, le incorporó en Vitoria para un proyecto con Osakidetza. Se trataba de almacenar datos, información y conocimiento para la elaboración de un informe estadístico para el GV. Cuando se cerró el proyecto se trasladó a Madrid, dentro de la misma empresa, donde ya estaba su hermano Álvaro, nada interesado en el deporte, para manejar, calcular y desarrollar todo tipo datos estadísticos relativos a Recursos Humanos para el BBV. Ahí sigue. En ello está, pero para la oficina de Bilbao y trabajando desde casa. Suerte que tiene.

Bachiller en Mendizabala, la ESO en Nanclares y antes de todo eso, en el pueblo, en Rivabellosa, en el colegio público Unamunzaga, donde empezó su carrera de pelotari y organizador de grupos, desde edad muy temprana. A los 20 creó y presidió el Albardero CD de futbol sala y, al poco, se hizo máximo responsable del Club de Pelota Añana, con sede en Rivabellosa, aprovechando las bases de un club ya existente en Nanclares, para ocuparse de no más de "3 o 4 pelotaris que había en Nanclares y tratar de tejer una red más amplia entre Rivabellosa y Villanueva de Valdegovia". A los 16, empujado por el AMPA del colegio y con la ayuda de la FAPV -Aitor Ruiz de Luzuriaga le acompañó en el camino- se comprometió a tirar del carro con los chavales de casa. El embrión lo formaban Borja García, Ibai Alonso, Pablo Martín, Dorleta y, poco más.

Apenas un niño, al frente de un grupo de niños y muy pocos medios. Con el tiempo, Javi, además de entrenar y de jugar -con licencia en Errekaleor al pronto y de casa los últimos años-, pasaría a llevar las cuentas, hacer los pagos y presidir un club inscrito en el Gobierno Vasco en septiembre de 2010, del que se hizo cabeza visible dos años después. Para el cambio de sede cuenta con la ayuda de la Federación y de la responsable de cultura, juventud y deporte de la cuadrilla de Añana, Ana López de Larrinzar, técnica itinerante en diversos ayuntamientos de Ribera Alta y Baja, mujer y alquimista de facto del proyecto, y madre de uno de los pelotaris de la segunda época, cuando el club intervino de manera positiva en una eficaz labor de captación de pelotaris por la zona. Ahí empezó lo bueno.

Javi López era más futbolista que pelotari pero en cuanto comenzó con la escuela del pueblo se involucró. Además de jugar, siempre a paleta goma, y de entrenar a los críos, predicó con el ejemplo. Simultaneó balompié y pelota y se atrevió con la competición. Llegó a jugar con la selección en el GRABNI, en categoría sub-22 junto a Ibon Garro; "¿o era Alberto Fanega?, no recuerdo". El club cuenta con 11 pelotaris: cuatro cadetes, un juvenil, tres sub 22 y otros tres seniors. Añana estará presente mañana sábado en la final de cuero del Torneo Interpueblos. Desde las 17.00 horas en el frontón de Areta. Joseba Angulo, pelotari de Salinas que comenzara a mano y Eneko Frías de Adurtza, se jugarán el título ante la pareja representante del pueblo de Peñacerrada.

El primer compañero, ya de blanco, fue Javier Etxezarreta. Juntos llegaron a jugar una semifinal del provincial contra González y Landaluze. "Nos conformábamos con llevarla a buena y que la fallara el contrario", recuerda Javi, delantero, "más defensivo que pegador". "Muchas veces", insiste, "nos tocaba aguantar el chaparrón y esperar nuestra oportunidad". Eso sí, en cuanto podía "también me la jugaba, no quedaba otra". La primera vez que jugó fuera de Álava coincidió en semifinales de Liga Vasca en Salinas, a dos kilómetros de Pamplona. "Aunque perdimos 25-23, luchamos hasta el final, un viernes, en un frontón muy corto y disputando cada uno de los tantos en juego", dice. Aquel día, su compañero era Javier Arana, de Pobes, compañero del Provincial este año, "con quien pudimos ganar en su casa y en la nuestra a la pareja de Amurrio Jiménez-Zorroza". Apenas sin entrenar, poco preparados "pero fuertes psicológicamente; supimos aguantar y sorprenderles".

Esa era la meta a alcanzar, el nivel máximo por el que pelear porque "luego están los inalcanzables", apunta. Garro con Arroniz y Gereta o Gereñu con Etxaburu, las parejas de Errekaleor y de Legutio, "hoy por hoy se nos escapan a nuestras posibilidades".

A sus 29 años, nació en Vitoria en el mes de octubre del 91, hijo de Jesús y Merche -"a mi padre le gusta la pelota, mi madre pasa"- poco le queda por dar a este deporte. Desde pequeño se involucró en su difusión. Juega, entrenó, preside un club -y lo sustenta-, hizo el curso de juez... "lo doy todo". Se involucra. Y no espera casi nada. Sólo "mantener la ilusión, que el club compita y que vayan saliendo jóvenes por detrás de nosotros. De txapelas nos olvidamos". Un par de parejas de Añana disputaron, no hace mucho, una de las semifinales del campeonato provincial en categoría cadete. David Arnedo y Julene Díaz pasaron a la final tras dejar atrás a Jorge Arnedo y Koldo Arrue.

Queda pendiente una nueva campaña de captación, que se sumen más chavales y chavalas de la zona, la cuadrilla más grande de Álava, esa que tantas veces recorre nuestro protagonista sobre su Benelli TRK 500 mientras por la cabeza le corren los datos o la música de Extremoduro, Marea, Kaotiko o Gatibu... Le va el rock nacional en general y el vasco en particular.