ue un tribunal deportivo lea la cartilla a un futbolista por su pobre nivel de conocimientos sobre cultura general no entra dentro de lo habitual. Su función es la de sancionar, o no, hechos concretos que acontecen dentro o fuera de los terrenos de juego. Casi nunca van más allá. Sin embargo, no ocurrió así en el caso de Wayne Hennessey (24-I-1987, Bangor). El portero galés se vio inmerso en una agria polémica en 2019 por una foto de celebración del Crystal Palace publicada en Instagram por un compañero en la que se le veía con el brazo derecho en alto como si realizara el saludo nazi y su mano izquierda sobre su boca como si se tratara de un bigote.

El lío estaba servido. Él mismo afirmó el día siguiente en sus redes sociales que "parece que estoy haciendo un tipo de saludo completamente inapropiado, pero puedo asegurar a todos que nunca haría eso y cualquier parecido con ese tipo de gesto es absolutamente una coincidencia". La Federación Inglesa de Fútbol ordenó una investigación, Hennessey argumentó en su defensa que ignoraba lo que era un saludo nazi y el panel de tres personas que juzgó su caso acabó sentenciando, por dos a uno, que los cargos contra él no podían ser probados y que la foto había sido malinterpretada. Hasta ahí, todo normal pues no era la primera vez que un gesto aparecido en una instantánea era susceptible de diversas interpretaciones. Pero la federación fue más allá y en las conclusiones del caso apuntó con severidad que "por improbable que pueda parecernos a aquellos de nosotros que somos de una generación anterior, no rechazamos como falsa su afirmación (el desconocimiento de lo que era el saludo nazi). De hecho, cuando se le interrogó sobre ello, el señor Hennessey mostró un grado de ignorancia muy considerable, incluso se podría decir lamentable, sobre cualquier cosa que tenga que ver con Hitler, el fascismo y el régimen nazi. Por más lamentable que pueda ser que alguien desconozca una parte tan importante de nuestra propia historia y la del mundo, no podemos decir que no dice la verdad. Todo lo que diríamos, a riesgo de parecer condescendientes, es que haría bien en familiarizarse con unos acontecimientos que siguen teniendo una gran importancia para quienes viven en un país libre". Vamos, que nazi no pero lamentablemente ignorante sí. Como rapapolvo no tiene precio.

Los hechos acontecieron la noche del 5 de enero de 2019. Los jugadores del Crystal Palace, conjunto en el que Hennessey sigue militando aunque en los dos últimos cursos solo ha jugado tres partidos tras perder la titularidad a manos de Vicente Guaita -en Gales le ha ocurrido lo mismo con Danny Ward-, celebraban su triunfo en la tercera ronda de la FA Cup ante el Grimsby cenando en un restaurante. En un momento dado, pidieron a un camarero que les sacara varias fotos y Max Meyer, centrocampista alemán, subió una a Instagram. En el primer vistazo no se ve nada extraño. Hay que fijarse bien para distinguir al fondo a Hennessey con su brazo derecho en alto y la mano izquierda sobre su boca. En el momento en el que arrancó la investigación, el guardameta defendió que trataba de llamar la atención del improvisado fotógrafo "con un gesto inocente" y que usó la mano para hacerse oír "en un comedor con mucho ruido".

A falta de imágenes de vídeo, los investigadores analizaron más fotos de esa noche y el portero aportó otras de encuentros de fútbol en los que utilizaba los mismos gestos para captar la atención de sus compañeros, quienes testificaron al igual que el camarero. La conclusión a la que llegó el panel encargado de juzgar el caso fue que "pese a que la investigación estaba totalmente justificada, creemos que intentaba llamar la atención del camarero en lugar de hacer el saludo nazi. Es una buena persona sin tendencia a discriminar ni a hacer o decir cosas ofensivas e inapropiadas". Eso sí, no se libró de la reprimenda por ignorante.

"Mostró un grado de ignorancia muy considerable, incluso lamentable, sobre el fascismo, Hitler y el régimen nazi", concluyó la Federación