La Real se enfrentó al Barcelona en el trepidante partido que anoche abrió la pugna por la Supercopa de España. Sin Messi, este Barça es terrenal y los donostiarras aprovecharon para salir mandones. No resolvieron y los culés se rehicieron hasta marcar poco antes del descanso. Pero la Real quería más y aprovechó un error rival para poner unas tablas que llegarían hasta el 90. En la prórroga el meta culé mantuvo vivo a su equipo. Era casi un milagro. Pero aún le faltaba acabar una tarea que ató con dos penaltis parados para destrozar los sueños de una excelente Real.