- Los impulsores de la moción de censura contra el presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu, y su junta directiva presentaron 20.731 firmas en las oficinas del club la tarde de ayer, lo cual supone la cifra más alta de la historia del Barcelona en este tipo de iniciativas, algo histórico, más si cabe en la situación actual.

Así, superan con creces las 16.521 necesarias para llevar la moción de censura a un referéndum y, salvo sorpresa en el proceso de validación de las firmas, conseguirán su objetivo de que la continuidad de la junta de Bartomeu sea votada por los socios.

A partir de ahora, empezará un periodo de 10 días en el que el club constituirá una mesa de validación y, cuando esta esté formada, contará con otros 10 días para llevar a cabo el trabajo. Pero según el precandidato Jordi Farré, impulsor y responsable jurídico de la moción, "(Josep Maria) Bartomeu tendría que dimitir hoy mismo".

Estuvo de acuerdo con esta sentencia uno de los portavoces de la moción, Marc Duch, quien dijo que "si fuese Bartomeu estaría temblando en el despacho después de ver que el 20% de los socios de mi club me quieren fuera. Yo dimitiría seguro".

Por otro lado, Farré consideró que el contexto de pandemia mundial no sería una complicación a la hora de celebrar un referéndum en el Camp Nou: "durante este periodo se han celebrado elecciones en Galicia y en el País Vasco y no ha pasado nada. El recinto del Camp Nou es suficientemente grande como para que no suceda nada".

En el referéndum, los impulsores de la moción tendrían que conseguir un 66,6% de votos a favor de la dimisión de Josep Maria Bartomeu y su junta directiva para conseguir su objetivo.

El proceso de moción de censura contra la junta directiva presidida por Josep María Bartomeu es el cuarto en los 120 años de historia del club catalán, tras las que hicieron frente José Luis Núñez (1998), Joan Laporta (2008) y el propio Bartomeu en 2017.

Las dos primeras lograron reunir el mínimo de firmas necesario para llevar el proceso a un referéndum, no así la última, aunque en ninguno de los dos se consiguió el porcentaje necesario para despachar a la junta.

La moción que más cerca se quedó fue la que tuvo que afrontar Laporta, ya que los votos en contra de la junta alcanzaron el 60 por ciento. Ese mismo verano llegaría Guardiola como entrenador para firmar el mejor año de la historia de un club de fútbol.