- El camino a la Bandera de La Concha consta de muchas etapas. Pequeños pasos para llegar al objetivo. Cada uno es determinante y el tropiezo más pequeño es capaz de descartar a cualquier tripulación. El primer reto para todos los equipos es entrar. Todo un compromiso para los favoritos, que disputan la clasificatoria sin nada que ganar y mucho que perder, y una ilusión para el resto de las embarcaciones. En la mente de Zierbena está la bandera y por ello se centró en superar el primer escollo. Lo hizo con solvencia y el jueves logró la victoria después de ser la trainera más rápida tanto en el largo de ida como en el de vuelta. Este triunfo no da ninguna ventaja en la lucha para los domingos pero por lo menos los galipos confirmaron que tienen la capacidad de ir rápido en la bahía de La Concha. El primer paso está dado.
Los remeros de Zierbena se sintieron bien en la clasificatoria de la Bandera de La Concha. Lograron el mejor tiempo y confirmaron su buen estado de forma. “Estuvimos en la línea de las últimas regatas. Para fuera la verdad es que remamos bastante cómodos y para dentro quizás nos faltó un puntito de tranquilidad, pero después viendo los tiempos, tan mal no lo hicimos”, detalla Juan Zunzunegui. Los galipos marcharon de la bahía donostiarra con una victoria, un premio añadido, pero no lo más importante del día. “Lo que importa es entrar entre los siete. Hemos entrado primeros pero no los resultados de la clasificatoria no tienen nada que ver una vez dentro. Ser primero no sirve para elegir calle, ni van a dar una bonificación de tiempo, ni nada”, añade el técnico vigués.
En la clasificatoria, las referencias no paran de llegar a las tripulaciones y en un año tan igualado la posibilidad de los sustos no deseados fueron una posibilidad para los favoritos. Zierbena tuvo que bogar en segundo lugar, solo por detrás de Zarautz y sin conocer los tiempos de sus rivales. “Siempre gusta tener las referencias o por lo menos tenerlas antes. Pero mantuvimos el planteamiento que solemos hacer en todas las regatas, sean eliminatorias o finales. Salimos a hacer lo nuestro, trabajar bien ya que este año tampoco es que haya mucho margen para especular mucho”, apunta el entrenador de la cuadrilla galipa. Tener a Orio cerca en el orden de salida supuso una comparativa fiable para lograr la relajación en un día marcado siempre por la tensión: “Sabiendo que andábamos delante de ellos, teníamos esa tranquilidad. Porque uno podía fallar pero que falláramos los dos era algo muy difícil o prácticamente imposible”.
Ahora Zierbena debe dar el siguiente paso, el más importante. Comienza la batalla de los dos primeros domingos de septiembre y el margen de error desaparece completamente. “Tiene que venir un poco de cara y mantener lo que estamos haciendo. Hacer nuestro trabajo al cien por cien, sin que nada nos despiste y tener un poco las cosas de cara”, reconoce Zunzunegui, que ve a la tripulación en buena forma para afrontar este desafío: “En las últimas regatas estamos con buenas sensaciones y si no nos salimos de la remada que estamos haciendo y mantenemos el bloque, está claro que tenemos opciones de ganar”.
En el primer domingo, los galipos vivirán una situación contraria a la clasificatoria y también a la mayoría de las regatas de la Eusko Label Liga vividas este curso. Zierbena bogará en la segunda tanda junto a Cabo, Orio y Hondarribia. Aunque Zunzunegui no piensa demasiado en esta situación: “Bastante competencia hay ya en la tanda. De salida tenemos que centrarnos en nuestra trainera, en que vaya como tiene que ir. Después en la tanda y si todo eso va cómo queremos, ya entonces nos podremos fijar en otras tandas y en referencias. Pero si nos saltamos uno de esos pasos, se nos va a complicar”. Sin querer anticiparse lo más mínimo. Paso a paso. Zierbena espera ir cumpliendo cada tarea a tiempo y luchar por la bandera más preciada del año.