San Ignacio1
Real Sociedad C0
SAN IGNACIO Aritz Castro; Peciña, Roselli, Marcel, Llacer; Pepe Blanco, Pablo Álvarez; Abde (m.87 Kepa Vieites), Ato (m.66 Olkesiy), Otu y Rodrigo Rivas (m.63 Sobrido).
REAL SOCIEDAD C Ayesa; Gabilondo, Cachenaut, Pacheco, Crotto; Valtierra (m.60 Aranzabe), Olasagasti; Sánchez, Garrido (m.60 Kortajarena), Galarreta y Lobete (m.80 Lucbert).
Árbitro Barrio Salas. Enseñó cartulina amarilla a Pablo Álvarez y Oleksiy, del San Ignacio y a Lobete, Cachenaut, Olasagasti y Galarreta, de la Real.
Goles 1-0, minuto 30: Roselli.
Incidencias Partido jugado en Ibaia ante 70 espectadores.
vitoria - El San Ignacio logró ayer con ciertos apuros un nuevo triunfo, en este caso ante la Real Sociedad C (1-0), lo que le sirve una semana más para continuar en tercer lugar de la clasificación. Tercera victoria consecutiva de la escuadra de Raúl Llona, que se valió de un gol de Roselli a la media hora de juego al cabecear libre de marca y en el segundo palo una falta de Pablo Álvarez. Le costó al cuadro local entrar en el choque y Lobete disparó cruzado tras una pérdida de la defensa. Hasta casi el minuto veinte ni puso a prueba el San Ignacio a Ayesa. El joven portero navarro de la Real respondió enviando a córner un disparo ajustado de Otu.
Pese a todo seguía el bloque dirigido por Sergio Francisco tocando y jugando el balón con gran desparpajo. De una gran salida desde su propia parcela nació el lanzamiento de Galarreta desde fuera del área que impactó en el larguero antes de perderse por encima del arco de Aritz Castro. Tiraba el conjunto vitoriano de las múltiples variantes que ofrece Rodrigo Rivas en ataque para ganar metros poco a poco. Y en una de estas, el colombiano soltó un misil desde fuera del área que hizo temblar el larguero de la portería visitante. Hay quien comentaba todavía dicho trallazo, cuando Pablo Álvarez sacó poco después una falta escorada a la derecha que Roselli cabeceó picado para batir a Ayesa. El duelo era intenso, con velocidad, toque y sin un claro dominador. Mucha ida y vuelta en la que el San Ignacio no estaba del todo cómodo. Pero es lo que tiene enfrentarse a un filial con muchos jóvenes, varios de ellos juveniles. Las facilidades que puedes encontrar en su defensa contrarrestan su desparpajo y rapidez a la hora de plantarse en la portería rival.
Tras el descanso incidió el bloque alavés en actuar por el lado derecho. Otu y Peciña pisaban el área realista de manera constante y dos de sus disparos los tuvo que despejar el cancerbero visitante. No cerraba el bando alavés el enfrentamiento con un segundo gol y eso seguía abriendo aún más la contienda. La entrada de Aranzabe y Kortajarena le dio más vocación ofensiva si cabe a una Real que creía en el empate. Cachenaut le robó a un cansado Rodrigo Rivas un balón en una zona comprometida y su disparo raso se fue cerca del poste izquierdo de la portería vitoriana. Entonces, Llona dio entrada a Sobrido y Oleksiy para buscar la velocidad como modo de sentencia ante un rival que jugaba casi con su defensa en la línea central. Pero el gallego no anduvo fino en sus primeras intervenciones y al internacional ucraniano se le notó falto de ritmo en determinadas salidas de balón.
Por cierto, que el próximo 10 de mayo se irá a Polonia con la sub’20 de su país para jugar el mundial, con lo que se perderá los dos últimos encuentros de la fase regular y el posible play-off. Eran momentos de agobio para un San Ignacio que pudo haber encajado el empate en un zurdazo envenenado de Sánchez y que Aritz Castro despejó con su mano. Ya recuperado de su lesión, demostró el portero vitoriano que no ha perdido un ápice de su buena condición y resolvió con seguridad y eficacia el poco trabajo que tuvo. La última gran ocasión fue para el mencionado Oleksiy, tras una combinación con Peciña y Otu, aunque de nuevo Ayesa estuvo atento. El marcador no se movió y el San Ignacio sumó tres nuevos puntos para seguir con su brillante campaña.