Duración: 67 minutos.

Saques: 1 de Altuna III.

Faltas de saque: 1 de Bengoetxea VI

Pelotazos: Se cruzaron 535 pelotazos a buena.

Tantos en juego: 10 de Altuna III, 14 de Bengoetxea VI y 1 de Imaz.

Errores: 6 de Altuna III, 3 de Bengoetxea VI y 1 de Martija.

Marcador: 0-1, 1-1, 1-6, 2-6, 2-7, 4-7, 4-8, 5-8, 5-13, 6-13, 7-13, 7-17, 8-17, 8-18, 9-18, 9-20, 12-21, 13-21 y 13-22.

Incidencias: Duelo correspondiente a la séptima jornada del Parejas de primera disputado en el Labrit de Iruñea. Lleno. En el choque del Parejas de Promoción, Aguirre y Salaverri vencieron por 22-12 a Peña II y Aranguren.

pamplona - Diseñado el Parejas para un costurón, con tres combinaciones cargadas de dinamita en la zaga, en el Labrit se desplegó la mesa de autopsias de una competición desigual, hiriente y lacerante para algunos delanteros que saben que su suerte está echada por eso de las distancias siderales entre zagueros. Bengoetxea VI, un prestidigitador de los frontones, un esteta de la pelota, imaginativo y locuaz, pensaba que la alegría de la victoria no les alcanzaría para mucho más allá de la cena. Sabe el leitzarra que a su viaje en el torneo le falta caballaje. Así que recurre a sus trucos de magia. Con eso alcanzó la gloria junto a Imaz ante Altuna III y Martija, hundidos por la soberbia actuación del leitzarra, autor de un manual de cómo se debe rematar y que abrió el partido en canal. Los tiempos de escasez abrazan a Jokin y Julen. Al campeón del Manomanista, otro pelotari excepcional, se le consume la moral que le impregna un discurso de velatorio y corre el riesgo de desenchufarle del campeonato. Es conocedor Altuna III, que encajó su quinta derrota con Martija, al que el torneo se le está haciendo pelota, que el futuro no tiene nada que ver con una visión global del torneo, que a ambos les quedan las migajas de una mesa que cojea demasiado.

En Iruñea, lleno, Imaz superó a Martija en la zaga y Oinatz, vestido con el esmoquin y la sonrisa de los sábados, retrató las penurias de ambos, condenados. Tuvo el duelo la alegría rematadora de Bengoetxea VI, un jugón, capaz de inventar sobre lo inventado, de garabatear sueños en forma de tantos. Su magisterio en Labrit fue un reencuentro con esa pelota que se desarrolla entre primis, cuando el juego es un mero divertimento. En el campeonato, que tiene el rostro serio, el pizpireto leitzarra fue una invitación al jolgorio y la fiesta. Acumuló 14 tantos en sus alforjas, un tesoro magnífico, repleto de piedras preciosas. Para Altuna III, subido al riesgo como un acto de rebeldía, quedó la hiel a pesar de que lo intentó desde todos los recovecos. A Martija le impregnó cada poro de la piel el carbón de la mina. Tiznado. El joven zaguero, muy justo, no pudo con Imaz, que no es el mayor de los pegadores. A Imaz le bastó con mantener el tipo ante un Martija deshilachado. Nada que ver con la alta costura de Bengoetxea VI, formidable su partido. Omnipotente. Dio ritmo a los pelotazos, atacó con el sotamano, defendió con entereza y desplegó su manual de estilo con dejadas magníficas, ganchos que mordían y la precisión intacta. Así dio por finalizado su recital, con una estupenda parada al txoko. En la noche de Reyes, Bengoetxea se regaló un juego de magia.

En el Parejas de Promoción, Aguirre y Salaverri obtuvieron un holgado triunfo ante Peña II y Aranguren a los que vencieron por un indiscutible 22-12 en menos de una hora de juego. La victoria les otorgó el primer punto de la competición reservada a los pelotaris del segundo escalón.