vitoria - El triatlón de larga distancia es, evidentemente, un deporte individual en el que sus practicantes tienen que afrontar interminables jornadas de entrenamiento y competición en solitario que someten a la máxima exigencia tanto su capacidad física como mental. En el caso de los profesionales, además, deben sumar los largos desplazamientos, casi siempre solos, que les llevan a competir por todo el mundo. Por todo ello, el apoyo familiar acostumbra a ser una pieza imprescindible en el puzle de cualquiera de estos competidores. En el caso de Eneko Llanos, su entorno más cercano vive también en primera persona su pasión por este deporte y aunque no pudieron acompañarlo físicamente en Arizona sí compartieron su alegría casi de inmediato pese a los miles de kilómetros de separación y la diferencia horaria.

¿Cómo fue el momento de cruzar la línea de meta? ¿Pudo celebrarlo con alguien?

-La verdad es que no estaba solo, porque estaba con unos muy buenos amigos que viven en Arizona. Me estuvieron acompañando toda la semana previa que estuve allí y estaban en la meta esperándome. Así que la verdad es que me sentí superarropado por ellos y me ayudaron un montón. Encima Oley, que es el chico que me estuvo acompañando, tenía allí el teléfono y fue cruzar la meta y a los cinco minutos ya estaba hablando con Rut. Así que a pesar de la lejanía la verdad es que gracias a la tecnología fue muy cercano y me sentí muy acompañado.

Arizona parece haberse convertido en una prueba talismán...

-Sí, es verdad, las dos veces que he estado he ganado. Y además la anterior ocasión fui también después de hacer el Ironman de Hawai que no me había ido muy bien y Arizona fue un poco el sitio en el que me reencontré y vi que estaba bien. Algo parecido a lo que ha sucedido en esta oportunidad.

¿Cómo se plantea el futuro, qué supone este resultado?

-Ahora planifico las temporadas de año en año porque cuando acaba una no sé lo que voy a hacer la siguiente pero sí que quería continuar uno o dos años más a este nivel de competición Después de no poder estar este año tenía ganas de poder volver por lo menos uno más a Hawai y gracias a esta victoria ya tengo el dorsal. Tenía esa ilusión y si todo va bien durante el año allí estaré. Y antes de eso la verdad es que no lo se porque no tenía una idea clara pero con la tranquilidad de saber desde ahora que puedo ir a Hawai puedo planificar un poco a mi antojo o hacer lo que me apetezca. También me apetece participar en más pruebas con Rut... así que iré viendo un poco sobre la marcha.

Es el español con más victorias en pruebas Ironman. ¿Qué le dice?

-Pues que llevo muchos años dando la tabarra. Al final aunque sea por pesado (risas)... No sé, la verdad es que tampoco le doy demasiada importancia a ese tipo de cosas. No son datos que se me queden demasiado grabados. Más que nada demuestra que he sido bastante consistente y eso es igual lo que valoro, que he sido capaz durante todos estos años, mejores y peores, de conseguir buenos resultados y estar siempre al nivel de élite mundial. Quizás eso es lo que me ha caracterizado como deportista, haber mantenido un buen bivel durante mucho tiempo, y eso es algo importante. Lo de las victorias es un poco consecuencia de esa constancia.