Fue un día complicado por las altas temperaturas, el más caluroso de los que hemos pasado en la Vuelta. Se sobrepasaron los 40 grados. Desde que empezó la carrera creo que no hemos bajado de los 30 grados. Para los corredores supone un desgaste muy alto y la recuperación del día a día resulta más complicada. Te vas deshidratando todos los días y no se da abasto para recuperar aunque uno se hidrate con entre 6 y 9 litros de agua con sales por etapa. Cuando pierdes un 2-3% de tu masa corporal en carrera el rendimiento baja muchísimo. Eso es lo que nos está pasando a muchos corredores. Perdemos entre 2 y 3 kilos cada etapa. En mi caso supone una pérdida del 5% de mi mas corporal, que es una barbaridad. Afortunadamente, camino de Almadén tuvimos viento favorable y pudimos rodar rápido, lo que nos sirvió para quitarnos un poco la sensación de calor. Se hizo una fuga con Machado, Sáez y Cubero. Se les dio mucha ventaja, hasta los 12 minutos. Los equipos de los esprinters se tuvieron que desgastar para echar abajo la fuga y que la etapa se resolviera en una volata que picaba hacia arriba y que ganó un enorme Valverde. La gente puede pensar que la llegada era más propicia para Sagan porque es más rápido y explosivo, pero Valverde no perdona ni una oportunidad. Si Valverde pasa La Covatilla será un firme candidato de cara a la general.