La actitud del Bora calmó un inicio que pudo ser nervioso. Era un terreno propicio para que una fuga llegara porque fue una etapa bastante larga y con 2.300 metros de desnivel acumulado. La fuga, con siete corredores, plantó cara al pelotón, pero el Bora no les dio demasiado margen. Quería controlar la carrera. Aunque en el perfil no se veía semejante complicación, nos encontramos una buena trampa en los 20 kilómetros finales del día. Carreteras estrechísimas, con el asfalto en muy mal estado, con bajadas peligrosas... Incluso yendo por detrás, con la grupeta, Richie Porte se fue al suelo y eso que íbamos tranquilos. Sorprendentemente, todos los de la general, salvo Kwiatkowski, se libraron. El del Sky perdió un tiempo valioso en meta, pero sigue ahí arriba. Por lo demás, las posiciones de los favoritos no variaron aunque en el final de etapa reinó el descontrol. En un recorrido tan selectivo es muy difícil tener compañeros arropando a los líderes en una situación así. Ese descontrol lo aprovechó Tony Gallopin, que hizo el ataque en el momento justo. Sagan quería disputar la victoria y fue el más rápido en el esprint, pero no pudo rematar la faena. Reseñable el cuarto puesto de Eduard Prades. Me parece de gran mérito en la primera Vuelta del Euskadi-Murias. Yo tengo ganas de escapar del sur y dejar atrás estas temperaturas.
- Multimedia
- Servicios
- Participación