parís - Siempre que llueve escampa y bien que lo pudo comprobar Rafa Nadal que jugó dos partidos distintos en cuartos de final ante Diego Schwartzman. El jueves estaba siendo claramente dominado por el tenista de Buenos Aires hasta que el partido se suspendió. Ayer, regresó la mejor versión del número 1 del mundo que aplacó la tormenta y controló de principio a fin lo que quedaba de juego. De un marcador de 4-6 y 2-3, se pasó a un 4-6, 6-3, 6-2 y 5-1 para dejar sentenciado un duelo en el que el jugador argentino luchó con una entereza admirable.
Schwartzman llegó a salvar hasta quince bolas de rotura y logró 37 golpes ganadores, más que Nadal, pero perdió como pierden todos cuando el balear está inspirado en su superficie favorita. “A veces uno también necesita en un momento dado un poco de suerte como lo tuve ayer por el parón por lluvia para reflexionar, hacer un lavado de ideas, quitarte en un momento determinado los nervios y ver las cosas con un poquito más de claridad”, reconoció Nadal, que ayer sí jugó con la agresividad necesaria para fabricar golpes ganadores y derribar al pequeño, pero admirable Schwartzman.
Y del Peque el diez veces campeón pasará a todo lo contrario. al gigante de Tandil, ya que Juan Martín del Potro, otro argentino, aparece como su rival hoy, no antes de las 15.30 horas, en su undécima semifinal de Roland Garros. Será la primera para Delpo. que derrotó con autoridad a Marin Cilic por 7-6, 5-7, 6-3 y 7-5. Antes, jugarán Dominic Thiem y el sorprendente Marco Cecchinato. - R. Calvo