En un deporte en el que hacen falta piedras, escobas y un arte infinito para intentar controlar los caprichos del hielo, Irantzu García (14-7-1992) es de las mejores. Esta vitoriana lleva desde los diez años jugando al curling y ahora, con 25 primaveras, domina a su antojo los campeonatos estatales. En ellos acumula 18 medallas entre las pruebas femeninas, las mixtas y las dobles mixtas. Y justo es esta última modalidad la que le dio su más reciente alegría, ya que el pasado enero Irantzu se proclamó campeona de España de los dobles mixtos. Lo consiguió junto a su hermano Gontzal, que se interesó por este deporte cuando apenas tenía cinco años y la piedra, de 20 kilos, literalmente pesaba más que él. “Es que lo normal es que en los dobles mixtos exista una relación entre la pareja más allá del hielo”, reconoce la alavesa. De hecho, antes de formar dúo con su hermano, Irantzu competía junto a su primo Sergio Vez, con quien fue seis veces campeona estatal. Así que para los García el curling queda en familia y en familia se marchan a Suecia para disputar el Campeonato del Mundo que se celebra desde hoy hasta el próximo día 28. “Los ganadores del torneo estatal de enero conseguían el pase al Mundial de Ostersund. Jugaremos una fase de grupos que consta de siete partidos y en la que solo los tres primeros se clasifican para dieciseisavos de final”, explica Irantzu.

Como pionera de un deporte casi desconocido entre los climas cálidos -apenas llegan a 200 las fichas federativas en España-, la vitoriana es consciente de la dificultad que supone hacer frente a las parejas nórdicas, que prácticamente cuentan todo el año con hielo sobre el que entrenar. Por ello, los hermanos García son realistas en cuanto a sus objetivos: “Los deportistas siempre queremos ganar y conseguir medallas, pero lo que pretendemos es mejorar el resultado del anterior campeonato, en el que fuimos decimoterceros. Así que este año queremos quedar, por lo menos, en una mejor posición”. En Gasteiz, Irantzu y Gontzal tan solo pueden entrenar sobre el hielo los fines de semana, cuando la única pista que hay está disponible, por lo que no es de extrañar que, cada vez que pueden, cojan la maleta hacia destinos más propicios. “Llevamos el último mes sin parar por casa, hemos estado en Jaca entrenando y jugando tres campeonatos y también hemos estado en Escocia, preparándonos para el Mundial en su centro de alto rendimiento”, dice Irantzu.

Preparados Ahora, cuando no queda nada ya para el inicio de “la cita más gorda del año”, los hermanos García aseguran estar preparados, sobre todo después de haber hecho frente a un repentino cambio de entrenador. “Nuestro anterior técnico es canadiense y no podía venir a Suecia, entonces hemos rescatado a un sueco con el que ya hemos trabajado para que nos ayude. Hemos tenido un periodo de transición, pero ahora los dos nos están ayudando en todo lo que pueden”. Es precisamente con el entrenador canadiense, Brendan Bottcher, con quien Irantzu se convirtió en la primera jugadora estatal en ganar un torneo mundial de curling, tras proclamarse ambos vencedores en el Masters de Holanda de dobles mixtos el pasado enero. Sin embargo, esta no fue la única gesta importante de Irantzu en este 2018 ya que la alavesa acudió a los Juegos Paralímpicos de invierno de Pyeongchang; pero no como jugadora, sino como médico y árbitro. Y es que consciente de que del curling no se puede vivir, ni siquiera la gran dominadora de los campeonatos estatales, Irantzu compaginó su pasión por este deporte con la carrera de medicina. Hace pocos meses finalizó el MIR y fue invitada por la Federación Mundial de Curling para trabajar a su lado en la pasada cita paralímpica, donde ejerció de médica y de jueza en el torneo de curling en silla de ruedas.