eibar - La que se llevó en Arrate Primoz Roglic no fue una Itzulia cualquiera. Fue una Itzulia de cambios. El nuevo equipo organizador tomó el timón de la prueba en enero de 2017, sin tiempo para que su mano se hiciera notar en exceso durante la edición del año pasado. Para la que terminó ayer, mientras, el equipo dirigido por Julián Eraso promovió una serie de variaciones, principalmente en el esquema del recorrido, que han resultado exitosas a tenor de los primeros balances.
Muchas veces es preferible hacer los análisis con la perspectiva del paso del tiempo. Pero parece que la satisfacción respecto a la Itzulia 2018 resulta generalizada.
-Sí, y eso es bueno para todos, porque significa que la prueba ha enganchado. Los aficionados han podido disfrutar de una gran carrera en una edición en la que ha acompañado hasta el tiempo, si exceptuamos le etapa final de ayer en Eibar. Pero bueno, la lluvia también forma parte del espectáculo.
Y además no tuvo incidencia en el desenlace final.
-Eso es. Habría sido una lástima que, a raíz de la caída que sufrió en los primeros kilómetros, Primoz Roglic perdiera sus opciones de victoria. Pudo continuar en carrera y lo que vimos en Matsaria fue un desenlace meramente deportivo. Fue la competición la que decidió. Y el esloveno ha sido el mejor en el cómputo global de la semana.
Hacía mucho que no asistíamos a una Itzulia de tantas ofensivas.
-Destacaría la competitividad que ha existido durante todas las etapas. A Roglic todos le esperábamos en la contrarreloj del jueves en Lodosa. Y sin embargo no aguantó hasta entonces y nos sorprendió atacando en Zarautz, llegando adelante en Bermeo y siendo segundo el viernes en Eibar, en la jornada de Endoia y Azurki. Esto prueba que es cierto eso que dicen: quien da primero da dos veces. Ayer se salió muy rápido para ponerle a prueba y sufrió ese contratiempo que te comentaba ahora, pero repito que, en líneas generales, ha sido el más fuerte.
Adelanto de la crono a la cuarta jornada, dureza desde el primer día, bonificaciones... ¿Repetirán esquema en 2019?
-Hay cosas que debemos analizar aún, pero en esta línea seguiremos, sí, al menos en lo que a recorrido se refiere. Sí destacaría que una crono como la que vivimos el otro día resulta difícil de encajar. Es complicado encontrar un trazado así en una zona en las que las afecciones al tráfico resulten mínimas. Pero nuestra idea general consiste en dar continuidad a lo que hemos hecho este año.
Sí se habla de cambiar el orden de las dos últimas etapas: la meta en Arrate el viernes, y la llegada al centro de Eibar el sábado.
-Es posible. Se trata de una idea que manejamos con el objetivo de, en cierto modo, homenajear también a Eibar. Cuando la carrera termina en el centro, las calles se llenan de gente y vivimos un gran ambiente. Cuando las etapas acaban en Arrate, mientras, el público prefiere asistir al espectáculo en Ixua y Matsaria, así que la zona de meta queda un poco desangelada, vacía. Es algo que nos da pena, y a lo que queremos dar la vuelta. Quizás en 2019 veamos primero una jornada dura y competitiva con final en el Santuario, y una última etapa con llegada al centro de Eibar. Así nos garantizaremos que estará todo a reventar para asistir al desenlace definitivo de la carrera, lo que incluye también la ceremonia de entrega de trofeos en el podio.
¿Qué municipio albergará la primera etapa?
-Zumarraga. Se ha filtrado y, aunque aún no lo puedo confirmar, reconozco que estamos en conversaciones. Doy casi por seguro el acuerdo para arrancar allí. Y, como comentábamos ahora, la prueba concluirá en Eibar.
El calendario estatal se recupera de la crisis poco a poco: regresa la Vuelta a Aragón, ya lo hizo la Volta a la Comunitat Valenciana, Murcia puede recuperar un día más de competición... ¿Cabe la opción de resucitar la Euskal Bizikleta?
-Es imposible. En su día nos unimos (Eraso integraba el equipo organizador) con la Vuelta al País Vasco en virtud de un acuerdo pactado con la televisión y con el Gobierno. Pero en un país tan pequeñito como el nuestro y con la situación que tenemos actualmente, dentro del World Tour, es preferible promover una sola gran carrera que organizar dos y poner ambas en riesgo.