Hungría 25
España27
HUNGRÍA Mikler; Lekai (4, 3p), Ancsin, Ligetvari, Schuch, Jamali (2) y Juhasz (1) -siete inicial-, Borbely (ps), Csaszar (1p), Balogh (5), Vilovski (1), Hornyak, Banhidi (6), Szollosi (1), Bartok (2) y Bodo (2).
ESPAÑA Corrales; Balaguer (1), Gurbindo (3), Entrerríos, Cañellas, Valero Rivera (4, 2p) y Aginagalde -siete inicial-, Pérez de Vargas (1), Solé (2), Alex Dujshebaev (4), Sarmiento (3), Dani Dujshebaev, Morros, Ariño (4), Guardiola y Figueras (5).
Marcador cada cinco minutos 1-1, 4-4, 5-7, 7-7, 9-11 y 12-13; 13-15, 17-17, 20-20, 21-23, 23-24 y 25-27.
Árbitros Din y Dinu (Rumania). Excluyeron a Jamali, Ancsin, Lekai, Bodo y Ligetvari por Hungría; y a Entrerríos y Cañellas por España.
Pabellón Varazdin Arena. 4.500 espectadores.
Varazdin (Croacia) - Los Hispanos certificaron su clasificación para la segunda ronda del Europeo de Croacia al vencer ayer a Hungría en un durísimo encuentro, en el que se impusieron gracias a su mayor oficio. Una veteranía que quedó especialmente reflejada en el manejo de las exclusiones, ya que mientras los españoles lograron abrir brecha en el marcador mediada la segunda mitad con un jugador sobre las pista, los húngaros no supieron nunca manejarse en inferioridad. Circunstancia que no desaprovechó el conjunto español para conservar los dos goles de ventaja (21-23) con los que entró en los últimos diez minutos de encuentro y que permitieron a los de Jordi Ribera alzarse con un triunfo que vale una clasificación.
Un extraordinario resultado que no puede ocultar los enormes problemas que tuvo la selección española -que vio cómo el pivote Gedeón Guardiola tuvo que abandonar la pista lesionado en tobillo-, a causa de sus dificultades para dotar de velocidad a su juego ofensivo.
“Todo lo que podamos correr mejor”. Unas palabras del lateral Eduardo Gurbindo que se quedaron simplemente en eso, en palabras, en una mera intención, pues a la selección española le costó darle fluidez a su juego ofensivo. Una ventaja que no supo aprovechar nunca el equipo húngaro, que casi siempre fue a remolque en el marcador, aunque sin distanciarse nunca, y logrando continuos empates.
Curiosamente, España solucionó el partido con un jugador menos, por la exclusión de Joan Cañellas, gracias a un parcial de 0-2 (20-22). Una ventaja que supo ya conservar hasta el final, gracias al perfecto manejo de las superioridades numéricas, como la que permitió a Ferrán Solé remachar a falta de escasos segundos el definitivo 25-27. Ahora, el miércoles, los Hispanos se enfrentarán a la temible Dinamarca.