PAMPLONA - El frontón Labrit albergará un partido del Campeonato de Parejas de la LEP.M al menos durante las próximas seis semanas, según anunció ayer Asegarce. Así, en el campeonato más largo del calendario pelotazale la cancha pamplonesa acogerá al menos 12 de las 14 jornadas de la liguilla de cuartos de final, todas excepto la segunda -en la que se celebró un partido en Estella- y la decimocuarta y última, de la que todavía no se conocen sedes.

Este recinto sigue siendo así el buque insignia de la promotora bilbaína, que trae a la capital navarra el partido más interesante de la semana para alegría de los aficionados, que siempre responden, tal y como se puede apreciar cada sábado en las gradas de La Bombonera.

Es por eso, por la garantía que ofrece el Labrit en cuanto a respuesta de público se refiere, por lo que fue el frontón más utilizado de 2017 en cuanto a programación de festivales. En concreto se programaron 42 festivales el año pasado en la cancha pamplonesa, un número que se aleja, y mucho, de las demás instalaciones. En concreto, el Adarraga de Logroño es el segundo que más citas pelotazales profesionales ha albergado, con 19, seguido del Beotibar de Tolosa -15-, el Astelena de Eibar -14-, el Bizkaia de Bilbao -12-, el Atano III de Donostia -9- y el Ogueta de Vitoria -8-.

De los 42 encuentros de campeonato disputados en el Labrit, 33 fueron tardes de sábado y 9 en fechas sanfermineras, donde hubo una sesión matinal -la final del 4 y 1/2 de San Fermín el 7 de julio-, tres vespertinas -las del 8, 9 y 14- y cinco nocturnas -el 7, 10, 11, 12 y 13-. Estos horarios son también un factor a tener en cuenta en el éxito de asistencia, ya que la pelota se consolida como una llamativa oferta de ocio entre las cuadrillas navarras, que suelen complementar el día con comidas o cenas de amigos en los diferentes bares y restaurantes del Casco Antiguo.

Felices en la fnpv La alegría por el gran número de personas que pasa por el Labrit el año pasado es compartida, además de por las empresas, por la Federación Navarra de Pelota (FNPV), ente que se encarga de su gestión -aunque es propiedad del Ayuntamiento de Pamplona-. Jon Oyarzun, gerente de la FNPV, considera que el éxito de asistencia es debido a diversas circunstancias. “Lo primero es por la programación de Asegarce. Cada semana los partidos suponen mucho de cara a la clasificación. Después está la ubicación del frontón. Si lo comparamos con el Atano, el Ogueta o el Bizkaia, estos están a las afueras. La ubicación del Labrit, que sin coger el coche tienes la calle Estafeta a unos metros, es el mayor de sus secretos”, explica Oyarzun.

Pero las puertas de La Bombonera no solo se abren los sábados a la tarde, si no que durante todo el día hay programación constante, ya sea profesional como aficionada, lo que hace que los asientos de cancha estén continuamente desplegándose. “Están el San Fermín Txikito de herramienta, las finales del Interpueblos, el cuatro y medio juvenil... Son competiciones con solera que tienen sus seguidores. Lo que sí es cierto es que desde la Federación podemos fallar en la difusión en prensa que haría que la gente lo siguiera todavía más. Pero estas tres fechas son extraordinarias. Además, en verano se organizan torneos como el Muebles Polque, que lleva tres o cuatro ediciones y que también tiene su buena entrada”, revela. Pero sin duda la élite es la que más atracción tiene para el espectador. Y no solo en partidos de competición. “El que es aficionado a la pelota de toda la vida y sabe la actividad en el Labrit acude tanto a los entrenamientos -que Aspe y Asegarce organizan- como a las elecciones de material de los miércoles. Al final es una manera de ver a los pelotaris de cerca”, afirma el gerente. Aunque el horario matinal sea un hándicap a la hora de atraer a los más jóvenes a los eventos fuera de partido, son muchas las personas que siguen acudiendo con asiduidad. “Repiten muchos. Muchos son gente jubilada por los horarios que son, pero son grandísimos aficionados y si alguien saben de pelota, son ellos”, garantiza.

la afición se mantiene A pesar de la disminución de grandes pelotaris de la tierra -Irujo, Barriola y Zubieta se retiraron el pasado año- la afición navarra sigue acudiendo al frontón en busca de nuevos ídolos. Uno de los reclamos para el pelotazale al que le gusta seguir a los manistas autóctonos es el campeonato de Promoción, que comenzó el pasado fin de semana. “Tenemos dos parejas completamente navarras: Agirre-Iturriaga y P. Etxeberria-Jaunarena. También está jugando Bakaikoa y Etchegoin, que aunque es francés está hecho en Pamplona. Esto dice bastante”, expone.

“Al final ha habido un tiempo en el que los pelotaris navarros han debutado muy pronto -Mikel Idoate, Tainta, Olazabal, Apezetxea-”, critica, a la vez que comenta que las sagas de pelotaris van por remesas, y que lo que antes era una cantera repleta de jóvenes talentos puede tener unos años de sequía. “Son años, ojalá tuviéramos la grandísima suerte de sacar diez pelotaris al año, pero van saliendo los que van saliendo”, lamenta.

Aun así, las gradas del Labrit siguen repletas, juegue quien juegue. “Estamos encantados de que haya Urrutis o Altunas, pero por supuesto están Olaizola o Bengoetxea, que están dando la talla como grandes pelotaris navarros que son”. Tanto el de Goizueta como el de Leitza siguen siendo los mayores reclamos del coqueto y céntrica instalación.

Una cancha que contrasta, y mucho, con la moderna y colosal del Navarra Arena, que albergará el Masters Codere y la final de Cuatro y Medio a finales de este año. Los 2982 asientos triplican la capacidad del Labrit -con 945 localidades-, pero Oyarzun cree que aun así seguirá siendo “un éxito”. “Es una alegría para los aficionados navarros. Las finales son finales y tienen su seguimiento. Al final, estamos encantadísimos de que las puedan traer a Pamplona y las podamos vivir en primera línea”, manifiesta.

En definitiva, en Pamplona convivirán durante todo el año dos frontones con características muy diferentes, que tendrán objetivos distintos. Mientras el Navarra Arena se destinará para eventos puntuales como las finales, el Labrit seguirá siendo el acogedor salón de los pelotazales navarros cada fin de semana.