Alo mejor ha llegado el jugador de la próxima década y nadie se ha dado cuenta. En estos tiempos en que parece imponerse la dictadura del triple, de los lanzamientos lejanos para crear espacios en la cancha, ha llegado a la NBA Ben Simmons para contradecir la era del Big Data, esa corriente basada en prolijos análisis numéricos, y demostrar que se puede dominar sin necesidad de tirar desde más allá de los 7,05 metros. El novato australiano de los Philadelphia Sixers, que llegó un año tarde a la liga por culpa de una lesión, está reclamando un lugar presente, y sobre todo futuro, entre las estrellas de la NBA sin meter un solo triple. Sus promedios actuales son de 36 minutos de juego, 18 puntos, 9,1 rebotes, 7,7 asistencias y 2,1 robos de balón. En los 25 partidos que ha disputado ha firmado ya tres triples-dobles, algo que solo Oscar Robertson y Magic Johnson habían conseguido tan pronto. Además, solo tiene por delante a Alvan Adams y Jason Kidd en triples-dobles conseguidos por un rookie.

Pese a tener solo 21 años, el juego no tiene secretos para Simmons, aunque todo en él es heterodoxia, tanto sus prestaciones en la cancha como la manera de ejecutarlas. Es difícil discernir si es zurdo o diestro porque utiliza las dos manos para finalizar, en ocasiones con lanzamientos técnicamente extraños, y como tantos jugadores de esta época es capaz de ocupar cuatro posiciones en la cancha. No es que el jugador nacido en Melbourne, hijo de exjugador, y formado en Louisiana State no meta triples, es que ni siquiera lo intenta. Ha lanzado hasta ahora ocho triples esta temporada y siete de ellos han sido desde más allá del medio campo en situaciones de finales de cuarto que, lógicamente, condicionan la estadística.

No le hace falta anotar desde fuera porque Ben Simmons utiliza su excelente manejo de balón pese a sus 2,08 metros para procurarse la gran mayoría de sus tiros a menos de cuatro metros del aro. Lo suyo es penetrar en el tráfico de la zona y desde ahí elegir la mejor opción: puede acabar él mismo, conectar con Joel Embiid la mayoría de las ocasiones o con los tiradores Redick y Covington. Por eso, Simmons suele actuar de base o de point forward, de generador de juego desde la posición de cuatro. Los carretones, las salidas de bloqueos indirectos, de momento, no están hechos para él ya que sufre, incluso, desde la línea de tiros libres donde solo promedia un 55% de acierto.

NOVATO DEL AÑO Pese a todo, muchos ven en el jugador de los Sixers el principal candidato a novato del año dentro de una hornada fantástica a la que él ha llegado con un año de retraso y LeBron James ya le ha designado como su heredero y ha compartido entrenamientos con él. “Tienes la oportunidad de ser mejor que yo”, dijo El Rey a Simmons la primera vez que coincidieron hace cuatro años.

La pregunta que se hace todo el mundo es dónde llegará Simmons cuando consiga un tiro exterior fiable. Probablemente, se convierta en un jugador indefendible, en otro de esos tipos capaces de hacer de todo con un balón en las manos, aunque parezca imposible. El futuro habla de Antetokounpo, de Porzingis, de Towns... Pero hay que añadir a Ben Simmons, aunque sea a su manera.