El Manchester City hizo oficial hace días el fichaje de Benjamin Mendy, lateral izquierdo procedente del Mónaco. El conjunto inglés ha abonado 57,5 millones de euros por el jugador francés de 23 años, convirtiéndole en el defensa más caro de la historia, distinción que se disputaban hasta ahora, dependiendo de las versiones, Kyle Walker y John Stones, pupilos también de Pep Guardiola. Walker, lateral derecho, recaló en la entidad citizen hace diez días procedente del Tottenham por una cantidad entre los 56,7 y los 51 millones, según los medios ingleses, mientras que Stones fue reclutado el verano pasado desde el Everton por 55,6 millones. Pero es que, además, el City ha pagado otros 30 millones por otro lateral derecho, el exmadridista Danilo, ha reclutado al medio del Mónaco Bernardo Silva a cambio de 50 millones y ha convertido al brasileño Ederson en el segundo portero más caro de la historia: 40 kilos ha abonado al Benfica por su traspaso.
Los más de 220 millones que lleva gastados este verano el club propiedad del jeque Mansour bin Zayed Al Nahyan no son más que la punta del iceberg del poderío que está demostrando otro año más la Premier League en el mercado estival. Su supremacía es cada vez mayor. Las estratosféricas -y más equitativas- ganancias de sus clubes por los derechos de televisión y las enormes fortunas que están detrás de muchos de los equipos colocan a la liga inglesa a un nivel de músculo financiero con el que solo un reducidísimo puñado de conjuntos puede competir en Europa. Hasta ahora, los ocho traspasos más caros de este verano tienen como destino entidades de la Premier, con el trasvase del delantero Romelu Lukaku desde el Everton al Manchester United (84,7 millones) liderando la tabla.
El jugador más caro de la Serie A ha sido, hasta el momento, Leonardo Bonucci (42 millones) con su traspaso desde la Juventus hasta un Milan que quiere recuperar el prestigio perdido a base de talonario. Hasta el momento es el segundo club europeo que más dinero lleva invertido, cerca de 200 millones, tras reclutar también a André Silva, Andrea Conti, Hakan Calhanoglu, Mateo Musacchio, Ricardo Rodríguez, Lucas Biglia y Franck Kessie. En Alemania, como es costumbre, ha sido el Bayern el que ha hecho el mayor desembolso al pagar al Olympique Lyon 41,5 millones por Corentin Tolisso, en España es el trasvase de Vitolo del Sevilla al Atlético de Madrid, con escala en Las Palmas, el que se lleva la palma (35,7) y Francia, con la posible llegada de Neymar al PSG y la salida de Kylian Mbappé amenazando con romper el mercado, las aguas bajan en calma por ahora: el fichaje más caro lo ha hecho el Mónaco tras pagar al Anderlecht 24 millones por Youri Tielemans.
Pero lo que distingue a la Premier del resto de ligas no son solo los traspasos top, sino que son muchos los clubes con capacidad para agitar el mercado. No es solo que los clubes de Manchester, el Chelsea con Álvaro Morata (entre 65 y 80 kilos, según las versiones) y Antonio Rüdiger (35), el Arsenal con Alexandre Lacazzette (53) o el Liverpool con Mohammed Salah (42) tengan músculo financiero para acometer enormes operaciones, sino que clubes más modestos tampoco se quedan muy atrás. El Everton ha pagado 84 millones por tres jugadores (Michael Keane, Jordan Pickford y Davy Klaasen), el West Ham ha desembolsado 22 millones por Marko Arnautovic e incluso el modesto Bournemouth se ha soltado la melena a la hora de abonar 22,8 kilos por Nathan Ake, central holandés de 22 años para más señas.
En España solo Real Madrid, Atlético y Barcelona han pagado más de 21 kilos por algún jugador; les sigue el Sevilla con la contratación del punta Luis Muriel, que llega de la Sampdoria por 20. Los siguientes en la lista serían Valencia (Simone Zaza, 16) y Villarreal (Rubén Semedo, 14), aunque hay incluso dos equipos de la segunda división inglesa que superan sus desembolsos: Wolverhampton (Ruben Neves, 17,9) y Middlesbrough (Britt Assombalonga, 17,1). Queda claro dónde está el dinero.