madrid - El móvil de Garbiñe Muguruza (8 de octubre de 1993) no cesó de sonar tras su conquista del máximo honor del tenis británico. Recibió muchas llamadas, entre otras la del presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, y del lehendakari, Iñigo Urkullu. Luego, una cena en un restaurante español con quince personas, entre su grupo de trabajo y familiares, sirvió para festejar su segunda corona del Grand Slam.
En ella, Garbi tomó jamón ibérico, pulpo, patatas bravas, algo de carne, y un poquito de vino blanco.
Asumiendo ya un triunfo que se resistía a radicar en lo posible, Muguruza relató que ahora era el momento de “pensar y creérselo” y “revivirlo”. Sabe que lo que no lograron Arantxa Sánchez Vicario y Conchita Martínez (ganar estos dos Grand Slams juntos) lo ha conseguido ella. “Ahora llego yo y hago lo que no ha hecho nadie”, dijo incrédula.
No le hace falta frotarse los ojos para averiguar que no se trata de un sueño o un espejismo. Con ver el pin de miembro de este club descansando en su mesilla de noche, ganado tras su batalla ante Venus Williams, sabe que es verdad. La leyenda siempre será suya.
¿Cómo se siente? Sobre todo sabiendo que es el presente y futuro del tenis español.
-¡Uy! Me siento bien, soy el presente y, de momento, me gusta. Me gusta que la gente tenga expectativas sobre mí, eso ya se sabe. Me gusta lidiar con los comentarios difíciles también.
¿Es usted más feliz ahora que ayer?
-Sí, porque ayer (por el sábado) era un día de acción y hoy (domingo) es un día de pensar y creértelo, y de revivirlo. Ayer todavía no había acabado de creérmelo, pero poco a poco empiezo a asumirlo.
¿Qué ha soñado hoy? Si se acuerda...
-¡Si es que no he dormido!, ¡no he dormido nada!, solo dos horas, me ha costado mucho conciliar el sueño, he estado dando vueltas, quizás por la emoción, por haber jugado ese partido.
¿Su primer pensamiento esta mañana?
-He revivido ese momento de ganar, ese tan especial. He mirado y he visto el pin al lado de la cama, el de member y ha sido una sensación increíble.
Ninguna española había ganado Roland Garros y Wimbledon, ¿cómo valora eso?
-Es curioso, porque son los dos más opuestos, y me alegra, porque me demuestra que puedo jugar muy bien en cualquier superficie, me lo recalca más quizás. Cada una tiene uno de ellos (Arantxa y Conchita), y ahora llego yo, y lo que no han hecho ellas, lo hago yo, es todo un sueño.
¿A cuál le da más importancia de los dos?
-Son diferentes. Roland Garros fue el primero y para nosotros es como más... este fue diferente. Este es no sé si es más elegante o prestigioso de alguna forma porque todo el mundo habla de Wimbledon, pero me hizo más ilusión Roland Garros.
¿Le ha dado tiempo a comprar el traje (para la cena de campeones)? ¿Qué quiere ponerse?
-No, todavía no, voy a ir después. Quiero ponerme elegante y quiero ir de acuerdo con el torneo. Además hoy es el día para sentirte guapa y campeona.
¿Cuál de todas las felicitaciones que ha recibido le ha llenado más?
-¿La que más me ha llenado? ¡Ummm! He recibido mogollón de felicitaciones. La de Conchi me hizo mucha ilusión quizás, la de Sam (Sumyk) mi entrenador, desde la distancia. La de mi familia, Básicamente la de la gente cercana, porque son los que realmente están picando piedra todos los días.
¿Cómo vivió el encuentro con el rey?
-Me hizo mucha ilusión, porque hacía mucho tiempo que quería conocerle y nunca había tenido la posibilidad. No quería mirar al Royal Box durante el partido, porque pensaba, no sea que vaya a estar y me ponga nerviosa. Luego me dijo que un abrazo de parte de su hijo también. Después, al salir de la pista, estaban todos esperándome. Fue muy especial.
¿Y ahora qué?
-Lo que me gustaría es aprender de cómo me fue el año pasado después de Roland Garros. Cómo mejorar e intentar seguir encontrando lo que he tenido en este torneo, que he jugado muy bien durante dos semanas, y ahora me vienen muchos torneos. Sé que es muy difícil, y a ver si lo llevo mejor en esta ocasión.
¿Qué Grand Slam le gustaría ganar ahora?
-Siempre quiero ganar el siguiente, y el siguiente. Me concentro más en los torneos importantes, le doy importancia a los torneos pequeños también, pero ahora llega la gira americana que desemboca en el US Open...
¿Cómo lleva ahora ser el objetivo de todas sus rivales y que todas quieran ganarle tras obtener un Grand Slam?
-Eso es un clásico. Es normal, vienes de un momentazo de ¡guauu he ganado un Grand Slam! y llegas a un torneo de cero, otra superficie y de todo, y cuesta un poco el contraste. Es un clásico, espero que no me pase, pero si me pasa, diré, bueno es lo normal.