Madrid - El danés Jakob Fuglsang (Astana), subcampeón olímpico en ruta, fue el más fuerte en el primer ensayo de montaña del Dauphiné, la sexta etapa disputada entre Parc des Oiseaux Villars-les-Dombes y La Motte-Servolex, con un recorrido de 147.5 kilómetros, en la que el australiano Richie Porte (BMC), que entró segundo, se enfundó el maillot de líder.

Fuglsang, de 32 años, sin victorias desde 2012, pero con la plata en los JJOO de Río el pasado verano, fue el más fuerte entre los fuertes, ya que ganó la partida al esprint a Richie Porte, Chris Froome y Fabio Aru, los encargados de encender la etapa en el ascenso al Mont du Chat y del remate final en La Motte-Servolex.

Si era un ensayo del Tour, que ofrece el mismo ascenso en la novena etapa, Froome y compañía dejaron un aviso a otros favoritos que no pudieron seguir su ritmo, ni subiendo ni luego bajando. Es el caso de Alejandro Valverde, quien cedió en meta 50 segundos acompañado de Dan Martin y Romain Bardet.

Más atrás, lejos de la pelea, Alberto Contador se dejó en meta 1.06 minutos y en la general se distanció a 1.47. El de Pinto dejó la duda de estar lejos de su mejor forma o de no haber tenido voluntad de arriesgar más de lo necesario en un descenso terrible hasta meta, donde Froome, en cabeza, se jugó el pellejo.

A falta de dos jornadas decisivas de montaña es Richie Porte quien toma el mando de la carrera, en buen estado de forma y animado ante la posibilidad de sumar su tercera prueba por etapas de la temporada, ya que antes venció en el Tour Down Under y Romandía.

No será fácil, pues la sensación que dejó Froome, e incluso Aru, en menor medida, fue de poderío y control. El ciclista aussie llega al fin de semana clave con 39 segundos sobre el líder del Sky y 1.15 respecto a Fuglsang, a quien no se le espera en el podio final. Valverde es cuarto a 1.20 minutos, Aru quinto a 1.24 y Contador sexto a 1.47.

Un ascenso de 8,7 kilómetros al 10 por ciento de pendiente media sin descanso, para corredores que suban de verdad. A las primeras de cambio Thomas de Gendt se despidió del maillot amarillo y empezaron las escaramuzas. Se animó a mover el avispero Alejandro Valverde junto a su compañero y paisano Rubén Fernández, pero no abrieron camino.

En la bajada los perseguidores echaron el guante a Aru, y Froome tomó el mando asumiendo los riesgos que descartaron otros rivales del Dauphiné y futuros del Tour. El líder del Sky se descolgó con una bajada de éxito u hospital, impresionante.

Llegó el turno de Porte, que arrancó por la victoria y el liderato. Le contestó Froome y el keniano de origen perdió el paso en una maniobra de colocación. Entre tanto resucitó Fuglsang, quien le metió la rueda al australiano dejándole con la miel en los labios.

Para el danés la etapa, para el aussie el liderato, para Froome la pole para llevarse el Dauphiné y para Aru la constatación de que a vuelto a un gran nivel. Y las dudas para Contador, que pierde pie en la lucha por el amarillo. Llega su terreno, y el de Pinto no es de los que se rinden. - Efe