vitoria - Reconoce Mikel Landa que esta temporada, su segundo curso en el Sky, será clave “en lo deportivo y en lo personal”. Con esa idea de progresar, impulsado por una pretemporada sin contratiempos ni dolencias, Landa competirá por vez primera en la Vuelta a Andalucía que arranca el próximo jueves, una prueba con una llegada en alto y una contrarreloj que servirán al murgiarra para calibrar su puesta en escena. Después acometerá un calendario que tiene su punto álgido en el Giro. La carrera italiana será El Dorado del alavés, que desea tachar el 2016 y recuperar la dicha de 2015, cuando fue tercero en el podio de Milán tras enlazar varias exhibiciones en las cumbres.

Comienza la temporada en Andalucía. ¿Por qué esa carrera?

-Bueno es una carrera que tiene un poco de todo: tiene un final en alto, una contrarreloj y es en febrero. A mí no me gusta comenzar en enero, esta es a mediados de febrero y es o que me lleva a correr allí.

¿Tiene ganas de empezar?

-Sí, la verdad que en enero todavía decía: un mes para entrenar. Pero ahora que en empiezo a encontrar bien ya quiero empezar.

¿Cómo ha transcurrido la pretemporada?

-La pretemporada ha transcurrido tranquila. La verdad es que viendo los dos últimos años que he tenido con vaivenes... y afortunadamente esta temporada no he tenido ningún sobresalto. Estoy muy a gusto y muy, muy satisfecho con lo que he hecho durante la pretemporada.

La mejor noticia es que no ha habido noticias negativas sobre su salud. Un avance comparado con los dos años anteriores, repletos de problemas.

-Para mí esta pretemporada ha sido un avance porque el año pasado creía que no iba a enfermar y enfermé. Este año tenía también dentro ese comecocos a la hora de empezar a entrenar. Esta pretemporada la he enfocado de manera distinta, entrenando menos horas pero empezando antes a entrenar. El poder iniciar la preparación con tranquilidad, me ha dejado asentarme y que todo fuera bien.

¿Ha olvidado la lesión del psoas?

-Sí, eso esta olvidado. He trabajado duro en el gimnasio para no volver a tener problemas en esa zona. También me tomé un buen descanso para relajar la zona y a veces lo mejor es olvidarte de todo. Esa es la mejor cura.

¿Ha podido trabajar como ha querido?

-Sí. Sin duda. He podido hacer todo lo que he querido. Me ha ido todo muy bien, no he tenido que parar ni por un catarro.

Ha realizado trabajo en altura en el Teide.

-Este año le hemos dado más importancia porque el año pasado vimos que el Giro se decidió en las etapas en las que se llegaba con altitud y en esta edición esta la etapa del Stelvio que es muy importante. Creo que hay que darle importancia a estar un poco aclimatado, a que el cuerpo se acostumbre a trabajar en esas alturas. Hemos estado ahora haciendo ese trabajo y antes del Giro haremos otra concentración, en algún periodo en el que tenga margen entre carrera y carrera.

¿Qué sensaciones le ha dejado la concentración en altura?

-Bueno los primeros días te cuesta mucho porque te falta oxígeno. Se nota bastante la altura. Luego, al de unos días, cuando esté en casa, espero notar los beneficios de ese trabajo. La famoso mejoría de la altura, que te mejora la resistencia.

¿Cómo llega al arranque del año?

-Llego bien. No sé si muy competitivo o no porque el año pasado acabé corriendo muy poco. Pero lo que es a nivel deportivo, estoy bien.

Poder trabajar sin problemas físicos le habrá reforzado la moral.

-Sí, además poder llegar a la primera carrera con una buena base, algo que no había podido hacer en los dos últimos años, para mí es una gran tranquilidad. Esa base de dos o tres meses es muy importante. Los últimas veces salía a correr con un mes de trabajo de base y claro, luego pasa lo que pasa. La lesión de cadera del año pasado es por pasar de 0 a 100 en nada. El hecho de poder haber trabajado bien me da mucha tranquilidad tanto si van las cosas bien como si van las cosas mal sé que con una Vuelta a Andalucía o dos semanas de entrenamiento volveré a estar bien y eso se debe al trabajo previo.

Digamos que empieza sin esa presión extra, sin las prisas de ir quemando etapas.

-Eso es.

Tengo entendido que ha insistido en su trabajo con la bicicleta de contrarreloj durante estos meses. ¿Cuánto ha mejorado?

-Bueno doy por hecho que el trabajo con la bicicleta de contrarreloj es parte de la preparación. Es parte de mi día a día. Entreno al menos una vez por semana con la bicicleta contrarreloj. Cualquier carrera de una semana o una vuelta grande se puede decidir en una crono y entonces he seguido trabajando en la línea del año pasado y yo creo que quizás he dado un pasito más. Por lo menos puedo encarar las contrarrelojes con cierta tranquilidad, sabiendo que lo puedo hacer bien. La incertidumbre es lo que más daño nos hace a los ciclistas y al menos eso lo tengo superado. Ahora tengo la tranquilidad de saber que puedo ir bien y, sobre todo, a la hora de afrontar una contrarreloj. Esa sensación es la que puedo tener a la hora de afrontar los puertos. Da igual que haya cuatro puertos que ocho porque sabes que lo puedes hacer bien. Eso te da confianza. Y el trabajo que he hecho para mejorar en las cronos me da esa serenidad de poder afrontarlas bien.

Después de un curso de adaptación, ¿es clave este año para usted?

-Sí, es un año clave. Tanto en lo personal como en lo deportivo. En lo personal porque llego a una edad donde creo que llega la madurez deportiva. Dicen que de los 28 a los 32 años es la mejor edad. Es una año que quiero aprovechar al máximo. Además, el año pasado tuve un mal año en el Sky. Este es mi segundo año y se me acaba el contrato. Va a ser un año importante.

Supongo que la idea es recuperar la línea que mantuvo en 2015.

-Sí, sí. Mi objetivo es recuperar ese nivel, esa alegría que tuve en 2015. Al final, creo que no era solo la capacidad física, también era el momento anímico que atravesaba y que me hacía disfrutar en la bicicleta. Recuperando un poco todo eso, creo que volveré a aquel nivel.

A partir del Giro del Trentino, 2016 fue muy duro para usted.

-Sí. Fue complicado. Fui al Giro con toda la ilusión y te vas a casa al de una semana. Justo cuando atravesé lo que era peor para mí tuve que bajarme de la bici. Luego fui al Tour también con todo la ilusión del mundo y tuve problemas con el psoas. Fue una tortura porque no pude dar lo máximo. Después tuve que renunciar a la Vuelta por esos problemas y se me fue la temporada. No fue fácil para mí.

Mira sin disimulo al Giro. ¿Espera repetir el podio de 2015?

-Sí, por qué no. El objetivo máximo siempre tiene que ser ganar o hacer un podio, que tal vez sea algo más realista viendo la participación de este año. Va a ser complicado.

La participación del Giro del centenario es magnífica. ¿Algún favorito?

-Nairo Quintana parte como gran favorito. Tiene unos números demoledores. Tiene un palmarés que hace que sea el favorito sin duda. Luego están Nibali y Aru, que quizás esté un poco por debajo de ellos, pero que aspira a pelear con ellos.

¿Qué espera en un escenario así?

-¿Yo? Incordiarles un poco. Quizás se estén mirando entre ellos y pueda aparecer yo.

Su compañero Geraint Thomas también ambiciona el Giro. ¿Compartir galones con un compañero de equipo es un problema?

-Bueno, es una situación diferente. El año pasado fui como único líder, pero en esta ocasión también estará Geraint Thomas. Creo que puede ser positivo si jugamos bien nuestras bazas. Él es un corredor cuyo fuerte es la contrarreloj y en mi caso mi fuerte es la montaña. Si vamos unidos podemos dar bastante batalla.

¿Considera que no confían tanto en usted como el pasado año?

-Yo creo que confían igual. Yo en David Brailsford (mánager general) confío. Él siempre me ha dicho que confía en mí. Lo que pasa es que estoy en un equipo rodeado de gente muy buena y todos quieren su oportunidad. Geraint Thomas quiere su oportunidad y es normal que cada uno quiera su opción. En este equipo hay mucha competencia.

¿Le tiene especiales ganas al Giro tras lo ocurrido la anterior edición?

-Sí. Por eso y por la participación también. Me motiva mucho que vaya tanta gente buena. Es una carrera muy vistosa.

¿Qué le parece el recorrido?

-El recorrido me gusta. Es siempre muy parecido pero veo más finales en alto que en el del año pasado y eso me viene bien. Para mí es siempre mejor.

Usted que es inconformista, ¿con qué se conformaría este año?

-Con ganar algo antes del Giro y con disputar el Giro hasta el último día.

En su camino hacia el Giro prescinde de la Vuelta al País Vasco, un palo para la afición vasca.

-Me da mucha pena por la afición renunciar a la Vuelta al País Vasco. Al final, desde que salí de Euskaltel, apenas he corrido en casa. Hacía Estella, Amorebieta, Ordizia... pero para mí es una pena no poder estar con todos los aficionados que se acercan a verte, no estar con la familia, que sigue la carrera... Pero, bueno, hemos dado máxima prioridad al Giro. País Vasco y Giro no son muy compatibles. Es complicado hacer las dos carreras bien y este año toca sacrificar la Vuelta al País Vasco. Me da mucha pena hacerlo, que conste.

Qué opina sobre la intención de Nairo Quintana, de ganar el Giro y el Tour el mismo año. ¿Cree que es posible?

-Yo creo que es complicado, que es difícil. Pero por qué no... Nairo, siendo más joven que Contador, que también lo intentó, tal vez pueda hacerlo. Su idea es para admirarla y valorarla en cualquier caso. Es muy bonito por su parte solo el hecho de intentarlo porque otros favoritos no lo hacen.

En los últimos años el Tour se ha convertido en coto exclusivo de Froome y su equipo, el Sky, que resulta inaccesible para el resto.

-Sí, puede ser. También es verdad que todo en el ciclismo no es el Tour y que existen otras carreras muy buenas y atractivas, como el Giro.

¿Cómo vivió el interés del Bahrain por hacerse con sus servicios?

-Hubo interés del Bahrain. Es un equipo que salía nuevo. Coincidió en una época en la que apenas había corredores libres. Lo tenían que intentar, pero yo tenía contrato aquí. Tenía claro que estaba en el Sky para sacar lo máximo de este equipo y no lo había sacado todavía. No se me pasó por la cabeza romper ese contrato.

Por cierto, se montó un gran revuelo mediático por sus declaraciones sobre las azafatas en los podios. Usted es contrario a que estén en los podios.

-No me esperaba un revuelo así, la verdad. Hice una entrevista para una reportera y se quiso dar importancia a mi opinión sobre la decisión que tomó el Tour Down Under de no contar con azafatas en el podio. Digamos que fue bueno que se creara debate y que la gente se preocupe por esas cosas.

Ha fundado una web de ciclismo. ¿No tiene suficiente con estar todo el día encima de la bicicleta?

-Me propusieron la idea. Me gusta mucho lo que hago y más que la competición en sí, me gusta estar al día en materiales, en novedades, tanto de bicis como en componentes o en ropa. Era una forma de facilitar al aficionado y a todo aquel que le guste la bici a estar un poco al día. A mí lo que me puede llegar a aburrir es la competición en sí. La bici sí me gusta. Eso siempre me entretiene. De momento estamos muy contentos de cómo nos está yendo.

Los frenos de disco se están haciendo un hueco en el pelotón. ¿Los empleará usted?

-No tengo intención de probarlos hasta que mi jefe me obligue. En el pelotón hay perfiles de corredores muy diferentes, de distintas características. Para algunos puede resultar beneficioso. En las carreras en las que hace frío, en las que tienes veinte mil adoquines y no sientes las manos, cualquier ayuda para frenar me parece buena. Pero para las carreras a las que acude un perfil de corredor como el mío, no tengo esa exigencia. No lo veo necesario. Hay que t ener en cuenta que es un peso añadido en todas las bicis. Para mí, que quiero subir lo más rápido posible, no es una solución. Después de que Pinarello hace un trabajo enorme para hacer la bici lo más ligera posible, no la voy a penalizar yo metiéndole peso extra. Eso es ir para atrás. Yo no estoy a favor de esos frenos, pero entiendo que otros los quieran utilizar.