BILBAO. La expedición WOPeak no ha podido cumplir sus metas en esta ocasión debido a las condiciones meteorológicas adversas encontradas, pero eso no ha hecho mella en su moral.
"Nos volvemos con cierto sentimiento de frustración, con mal sabor de boca, pero también con muchas ganas de volver a intentarlo", han asegurado los tres himalayistas en conferencia de prensa celebrada poco después de aterrizar esta tarde en el aeropuerto de Bilbao.
Han relatado que, vista la inestabilidad del tiempo, tras barajar distintas opciones, y dejando de lado su idea principal de tratar de ascender al Gasherbrum II desde el Gasherbrum I sin pasar por el campo base, el equipo WOPeak finalmente emprendió la salida hacia la cumbre el 21 de julio con una ventana de buen tiempo corta e incompleta.
La cordada había planeado alcanzar la cima del GII (8.035 metros) en estilo alpino por la ruta francesa del 75, una vía muy poco habitual y que precisa un mínimo de condiciones para ascender con garantías de seguridad.
Ascender hasta el Campo 1 (a 5.950 metros) fue complicado, han apuntado hoy;la nieve estaba en malas condiciones y la subida resultó dura.
Tras dos días allí y con un fuerte temporal azotando tomaron la decisión de regresar.
"Hemos actuado bien. Vista la situación, ha sido sentido común volver al campo base y dar por terminado el intento. Otras expediciones que había por la zona se han llevado sustos importantes debido al mal tiempo", destacaba Alberto Iñurrategi.
"En los más de 20 años que llevo haciendo esto, creo que es la vez que he subido hasta tan poca altura por el tiempo", añadía.
"No haber conseguido llegar a la cima en la expedición de este año nos reafirma en nuestros valores y refuerza el proyecto. Desde la Fundación WOP hemos decidido que WOPeak seguirá con Iñurrategi, Vallejo y Zabalza para intentar alcanzar el ochomil el próximo año", ha afirma Mikel Renteria, impulsor de dicha Fundación.
Esta expedición era la octava etapa WOPeak, un proyecto de la Fundación WOP que comenzaba subiendo al Gorbeia hace seis años. Su reto: "Al ochomil en ocho pasos".
En este tiempo, WOP ha forjado un camino sin descanso, paso a paso, para explicar su misión en la lucha contra las enfermedades neurodegenerativas.
"Un camino hacia una cima que parece inalcanzable como es la cura para estas enfermedades. Pero como en el alpinismo, con la determinación de dar el máximo de nuestras posibilidades para conseguirlo", ha explicado por último Renteria.