Madrid - El ministro de Deportes de Brasil, Leonardo Picciani, espera que no haya casi ningún caso de virus de zika durante los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro, ya que el país está “preparado” para el mayor evento deportivo del mundo, a pesar de los problemas de salud y la inestabilidad política.

El Comité de Emergencia de la Organización Mundial de la Salud sobre el zika se reunirá en las próximas semanas para evaluar los riesgos asociados con el evento. En una carta pública, más de 150 expertos en salud han pedido que se posterguen los Juegos, que se disputarán en agosto.

Los funcionarios sanitarios de Estados Unidos llegaron a la conclusión de que las infecciones con el virus de zika durante el embarazo pueden causar microcefalia y otras anomalías cerebrales graves en bebés. La evidencia cada vez más contundente sobre este posible vínculo había llevado a la OMS a declarar la emergencia sanitaria global en febrero.

Sin embargo, Picciani, que fue designado en el cargo por el presidente interino del país, Michel Temer, dijo que la situación ha mejorado significativamente.

reducción “Hemos organizado 43 eventos de prueba en Río, con 7.000 atletas, y no hemos tenido ningún caso de zika o de dengue. Hemos tenido 4.300 casos en abril, que cayeron a 700 en mayo, y habrá otra reducción significativa en junio o julio. En agosto serán muy cercanos a cero”, apuntó.

Así, avanzó que “todo el mecanismo de prevención y protección está garantizado”. “Yo le diría a cualquier atleta, a cualquier visitante que piensa venir a Río, que no tiene que preocuparse. Río y Brasil están preparados para este momento”, tranquilizó.

Por el momento, los expertos independientes que asesoran a la OMS han informado de que el riesgo de propagación mundial del virus transmitido por mosquitos “no es significativamente mayor” en los Juegos, que comienzan el 5 de agosto.

Los científicos, que se reunieron por última vez el 8 de marzo, “mirarán la evidencia en torno a los Juegos Olímpicos y lo más probable es revisar la guía de viajes”, ha explicado el portavoz de la OMS Cristiano Lindmeier. - E.P.